Cuando de temas de ahorro se trata, es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Basta con señalar que en México el 84% de las personas, aun con recursos, no ahorra a largo plazo.
Por supuesto que todos entendemos la importancia de ahorrar para el futuro, para imprevistos, para “gustitos”; pero muchos aún no encontramos la fórmula mágica para hacerlo.
Empecemos por definir este término. Ahorro es la acción de separar una parte del ingreso ordinario, quincenal o mensual, para atender diversas situaciones del futuro; es decir, no se trata de gastar menos dinero, sino de apartar desde el inicio una parte y saber que no se cuenta con ello en el presente.
Si bien es cierto que hay que aprender a usar los recursos económicos, también hay que descubrir, acorde a tus metas y estilo de vida, cómo reservar cierta cantidad de dinero para obtener el mayor beneficio a largo plazo.
Uno de los principales problemas está en que somos una sociedad del hoy, es decir, si nos dan a escoger cinco manzanas en este momento, o quince manzanas en diez años; vamos a escoger la primera opción, ya que, aunque racionalmente sabemos que son más manzanas en el futuro, queremos tenerlas de inmediato y “ya veremos después cómo conseguimos más”. Es así que ocho de cada diez mexicanos mayores de 65 años, no tienen independencia financiera y se encuentran desprotegidos económicamente hablando.
Sin embargo, cada día es más frecuente ver campañas a favor del ahorro, escuelas que inculcan desde temprana edad el tema en los niños y familia preocupadas por ello, lo cual es un avance muy importante ya que el ahorro, además de ser un hábito que todos deberíamos practicar con disciplina, constituye una excelente manera para cumplir los sueños y proyectos o para afrontar una recesión.
Este domingo quiero compartir contigo estos 10 consejos para empezar a ahorrar:
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1. Escribe una lista de todas las metas que deseas cumplir.
2. Considera dentro de las metas posibilidades de inversión, educación (para continuar preparándote), iniciar tu propio negocio, asegurar tu jubilación, etc.
3. Dales un número de prioridad, ¿qué quieres primero?
4. Realiza una tabla de gastos mensuales. Sepárala en pagos, deudas y gastos extras.
5. Además de ahorrar, ¿tienes que producir más? ¡Empieza ahora!
6. Establece una cuota fija de ahorro, un promedio mínimo es el 10% de tus ingresos.
7. Revisa los gastos hormiga. Puede que estés teniendo una fuga importante.
8. Velo como un compromiso, es obligatorio y hay que cumplirlo.
9. Cumple siempre con tu cuota de ahorro mensual.
10. Por ningún motivo uses ese dinero para cosas que no está destinado.
Como todo en esta vida, necesitarás ser constante para poder incorporarlo a las actividades habituales de tu rutina; si no empiezas, jamás lo lograrás. Recuerda que el primer paso es cambiarte el chip y dejar de verlo como algo innecesario o incierto porque será aprovechado en el futuro. La vida es una ruleta rusa que trae grandes sorpresas y nunca sabemos cuándo podríamos necesitar de ese colchón económico para salir de alguna situación inesperada.
Por último y como tu tarea después de leer estas líneas, evita pensar:
– “Falta mucho y no es necesario preocuparme ahora”. Si empiezas joven (cuando tienes menos compromisos financieros) es muy probable que el rendimiento e inversiones que puedas hacer, den mejores frutos.
– “Mis hijos verán por mí en un futuro”. Recuerda que ellos también tendrán sus compromisos familiares y no necesariamente podrán apoyarte.
– “Mi calidad de vida después del retiro será igual”. Actualmente las legislaciones han cambiado y uno ya no necesariamente se retira con un pago mensual similar al de la vida laboral.