Las conferencias matutinas en Palacio Nacional se han convertido en un fenómeno mediático que reúne a miles en el país.
El pasado viernes se produjo un fuerte intercambio entre el presidente, Andrés Manuel López Obrador, y el periodista Jorge Ramos.
A todos nos conviene que haya un periodismo independiente que no lo aplauda todo, pero que tampoco no critique todo. Tenemos que ser más prudentes
Aún aquellos que somos parte de la 4ta Trasformación debemos entender que la crítica constructiva es positiva. No podemos rechazar cualquier señalamiento hacia el gobierno o hacia el proyecto de Nación.
No puede darse un linchamiento, pero tampoco está bien que todo lo que haga o diga el Presidente sea denostado.
A todos nos conviene una prensa libre, y que el ciudadano sea el que decida y evalúe si hay periodistas que solo atacan por atacar o aquellos que solo aplauden por aplaudir. Que sea la sociedad la que determine qué periodistas hacen bien su trabajo y cuáles no. La 4ta trasformación garantiza una prensa libre que no persigue a nadie y respeta el derecho a diferir.
Entre tanto, la mañanera, es una de las arenas donde es más evidente la apertura entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y los medios de comunicación.
Los periodistas levantan la mano. Piden cuestionar. El presidente escucha sin límite de tiempo, sin cuestionamientos a modo. Acepta el debate. Garantiza la libertad de expresión, sin censura, sin preguntas por adelantando.
Enrique Peña Nieto jamás aceptó dar una conferencia de prensa abierta con la prensa nacional. En los tiempos peñistas el presidente huía de la prensa. Muchas cosas en México han cambiado. Una de ellas: la relación de la presidencia con los medios de comunicación, una nueva política donde todos, pequeños y grandes medios, tiene lugar en las conferencia de prensa matutina.
Unos sesenta reporteros, nacionales e internacionales, de distintos medios de comunicación, masivos y alternativos, intentan preguntas sobre todo tipo de temas. Casi siempre las interrogantes son coyunturales.
Fue el lunes 3 de diciembre, cuando el Presidente dio su primera conferencia matutina en el Salón Tesorería de Palacio Nacional y desde ese día no ha dejado de hacerlo de lunes a viernes a las 7 de la mañana con una duración aproximada de dos horas.
Son la principal herramienta informativa del gobierno. El presidente está cerca de los medios, a favor de lo que ha llamado “la búsqueda de un dialogo circular”.
“Vamos a tratar todos los asuntos de la cosa pública de la República”, dijo el 3 de diciembre para explicar la dinámica en su primera conferencia mañanera como Jefe del Ejecutivo, misma que inauguró desde el Antiguo Palacio del Ayuntamiento en la época en que fue Jefe de Gobierno de la ciudad de México, entre el 2000 y el 2005.
La conferencia presidencial puede acumular una audiencia de hasta 200 mil espectadores en los canales de YouTube y Twitter.
Cada mañana la conferencia presidencial es trasmitida por tres canales de Youtube: uno a nombre de López Obrador, otro a nombre del Gobierno de la República y otro por el Centro de Producción de Programas Informativos Especiales, Cepropie.
También hay un número cada vez mayor de youtubers y bloggers que graban porciones de las conferencias para subirlas a las redes con comentarios que llevan a debates que pueden durar horas.
Recientemente La mañanera han alcanzador una aplicación más: la plataforma de música Spotify. En el canal a nombre del mandatario se encuentran publicadas todas las conferencias que ha ofrecido.
Con altos índices de aprobación cercano al 80 por ciento, de acuerdo con varias casas encuestadoras, el presidente López Obrador, ratifica a través de las conferencias matutinas que en su gobierno impera la libertad de prensa, lo cual incluye también la posibilidad de un cuestionamiento abierto y crítico hacia el gobierno.