Opinión

De cuando la música libera el espíritu

No cabe duda alguna de que la música es la anestesia de los seres humanos, nos ayuda a soñar, nos hace compañía y alivia nuestras preocupaciones, nos fortalece el espíritu, nos permite sentirnos parte de todo y nos libera.

Los estados más sublimes de la conciencia te los obsequia la música, pues es la forma universal con la que el individuo puede acceder a una dimensión completamente nueva;  y renovarla cada tres o cuatro minutos, es magia pura. La música brinda una sensación de felicidad, que a menudo no puede explicarse.

Siempre he creído que la música y sus canciones están pensadas, planeadas y soñadas de origen para tocarse en vivo, cuando alguien pone en su mente el ritmo y la letra de una canción imagina de inmediato cómo sonaría en un concierto, en vivo.

Hoy son muchos los festivales que en el mundo entero ponen a cientos de miles a vibrar con la música,  que reúnen a cientos de los mejores artistas, unos en busca de hacer que su legado se mantenga y otros que buscan ser los más grandes de planeta. 

En México, eventos como Vive Latino, Pa’l Norte y el Corona Capital son el ejemplo claro de que prácticamente en todos los países del mundo existen festivales de este tipo, algunos con alta resonancia a nivel internacional, otros con repercucion local, pero la experiencia respecto a proporciones es la misma.

En California, la edición 19 del Festival de Coachella trajo consigo un éxito fenomenal, pues sin importar que está consolidado como uno de los sucesos musicales más importantes del mundo, la diversidad de ritmos, caras y melodías tuvieron como resultado una fiesta inolvidable este 2019, sin contar que artistas como Vanessa Hudgens, Gigi Hadid, Katy Perry y el mexicano Luis Gerardo Méndez, asombraron con outfits alineados al peculiar estilo de la moda hippie de los años 70, capturando la esencia del evento. Y es que la experiencia se divide justo en dos. Una, los que van a tocar, cantar y bailar; y el resto los que –sin saber nada de los que estarán en el escenario– sólo se van a mostrar. Ambos son clave en este festival y ambos importantes. No se concibe Coachella los unos sin los otros.

El sabor latino lo pusieron Los Tucanes de Tijuana que con el Chona challenge parece que regresaron al aparador y cumplieron cabalmente poniendo a bailar norteño a la banda hippie del festival. Habrá que hacer una mención especial para el colombiano J Balvin, quien sorprendió al público californiano con una versión totalmente en vivo de su show, mismo que dejó claro que el reguetón ya mueve al mundo. No cabe duda que Balvin es, en este momento, el que lleva la mano en este género.

Este año, la incursión del k-pop al line up causó sensación, pues a pesar de que es un idioma bastante diferente, los gritos, el baile y los coros al ritmo de las chicas de Blackpink no se hizo esperar.

Es sorprendente analizar un fenómeno tan grande como Coachella y ver cómo ha ido transmutando con el paso del tiempo. Ha crecido, se ha renovado y todo para convertirse en uno los eventos más poderosos que tiene nuestro continente.

La música embellece la existencia y, por lo tanto, le da sentido a la vida.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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