Del “crimen pasional” al ajuste de cuentas

La semana pasada, se dio a conocer una noticia sobre el asesinato a balazos de los israelíes Alon Azulay y Benjamín Yeshurun Sutchi en un restaurante de plaza Artz Pedregal de esta Ciudad. De acuerdo con los primeros reportes, minutos después de lo ocurrido, se detuvo a una mujer quien habría participado en la ejecución material del doble homicidio, quien declaró, en primera instancia, que se trató de un “crimen pasional”.

Sin embargo, horas después se descartó el móvil pasional, pues las investigaciones se dirigen a evidenciar que se trata de un ajuste de cuentas entre grupos criminales de Israel, o bien, con el “Cártel de Jalisco Nueva Generación”, lo que se deduce de las declaraciones vertidas por la mujer recluida, en el sentido de que fue contratada junto con otras tres personas y que los sicarios que participaron en la balacera ocurrida en la zona del estacionamiento que sirvieron como “distractor”, provienen de Jalisco.

La propia Procuraduría General de Justicia de la Ciudad, ha señalado en varias ocasiones que una de las principales líneas de investigación en el asesinato de los israelíes está relacionada con la mafia de ese país y la delincuencia organizada internacional, sin embargo, en varios casos, como este, esta institución se precipita en la información que da a conocer públicamente, lo cual genera desconfianza en la ciudadanía.

De ahí la importancia de que se den a conocer datos concretos y precisos, información derivada de investigaciones serias, contundentes y con pruebas, lo que permitirá saber si existe la operación de mafias de otros países en la CDMX, o si se trata de un tema relacionado con grupos criminales y/o delincuencia organizada de nuestro país.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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