Abatir la corrupción es una obligación, no una proeza

Las investigaciones no deberían ser una sorpresa. Es lo que tendría que hacer cualquier gobierno. El problema es que lo toman como si fuera una “proeza” que incluso puede mostrarse como “bandera política”. Cuando en la realidad es obligación del Estado y sus instituciones investigar los casos de corrupción.

Lamentablemente, con tanta impunidad en el pos es imposible determinar con precisión cuáles son los motivos que impulsan la atención sobre quienes hoy son investigados.

La delgada línea entre la omisión, la complicidad, el intercambio de “favores” e incluso la persecución política. Porque, luego precisamente por eso, se “caen” los casos al no respetar el debido proceso, excederse en la presión mediática o el “linchamiento”.

Sin embargo, es derecho de la ciudadanía saber qué es lo que está pasando. La corrupción es el cáncer de Mexico y si hay algo que debemos exigir es que se investigue, pero, sobre todo, que se castigue.

Ahora bien, siempre he pensado que las rutas de corrupción (que las hacen los corruptos y corruptibles) no son de una sola persona. Así que más allá del “botín político” que ha representado el señalar a quienes se investiga, hay que recordar que poco sirve tener toda la atención si no se descubren esas redes de cómplices.

Espero que llegue el día en que en este país no se vea cómo algo excepcional o “logro” lo que debería ser cotidiano en la justicia: investigar todos los casos de corrupción y obtener la evidencia necesaria para que sea castigada. No hay mejor manera de demostrar que entonces sí se está tomando en serio este problema qué haciendo que caiga todo el peso de la ley para las y los corruptos.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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