La Mesa Directiva del Senado de la República debe ser encabezada por una persona que garantice, en todo momento, institucionalidad e imparcialidad en la conducción de las sesiones del pleno y en los actos protocolarios que impliquen la actuación de la misma, sin embargo, vemos con preocupación que la bancada mayoritaria ha tomado esa posición como una cuota más de su partido, llevando esta decisión a una «elección interna», en la que se ha dejado fuera cualquier opinión que pudieran tener los demás grupos parlamentarios (recordemos que existen 8 diferentes fuerzas políticas representadas en la más alta tribuna del país), haciendo evidente que se trata de una disputa entre morenistas, situación que alejaría la posibilidad de que exista una elección equitativa.
Esta falta de visión institucional y de claridad en los procesos, es la que está generando que el funcionamiento de las instituciones de gobierno, sea cada vez más complicado y menos eficiente para la resolución de los grandes problemas que aquejan a nuestro país.
Como oposición responsable, en Acción Nacional, nos hemos pronunciado siempre por el estricto cumplimiento de los procesos y, hoy más que nunca, estamos trabajando incansablemente en la defensa y fortalecimiento de las instituciones que representan los intereses de las mexicanas y los mexicanos.
Sin duda, quienes conformamos el Grupo Parlamentario de Acción Nacional en el Senado, acompañaremos a quien resulte electo (a) de la votación, por mayoría absoluta y mediante papeleta, en próximos días, previo a la sesión de apertura del segundo año de trabajo de esta Legislatura, sin embargo, también exigimos que el partido mayoritario sea cuidadoso en la elección de su propuesta y tenga la visión constructiva que requiere la Mesa Directiva, reitero, para realizar sus actividades de manera imparcial e institucional, y que la disputa interna entre morenistas, no implique un retroceso para el segundo año de ejercicio legislativo de este Senado.