Incendio del Amazonas, una llamada de atención

Después de 18 días de incendios, la Amazonía sigue ardiendo en Sudamérica; el bosque tropical más grande el mundo, una de las siete maravillas naturales del planeta y hogar tanto del 20% de las especies de aves como del 50% de las plantas del mundo se consume por causas no claras pero vinculadas a una política del gobierno brasileño que fomenta la deforestación.

Según organizaciones ecologistas, 20% de la Amazonía ha sido destruida durante los últimos 50 años por la acción depredadora del ser humano, pero desde el inicio del actual gobierno que comenzó en enero de este año, éste decidió abrir la zona para la explotación minera y la agricultura, lo que ha incrementado la tala indiscriminada de árboles.

Según datos divulgados por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales, el país sudamericano registró entre enero y agosto más de siete mil incendios, el mayor número para el mismo periodo en los últimos siete años; el fuego ha afectado 68 áreas protegidas como reservas ambientales o indígenas. El escenario no es alentador: el Foro Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) alertó que, debido a la deforestación, la selva amazónica pierde más de tres estadios de futbol por minuto.

Emmanuel Macron, Presidente de Francia, que ha hecho del medioambiente una de sus banderas de política exterior, expresó su preocupación por el incendio en el bosque tropical que produce el 20% del oxígeno del planeta. Angela Merkel, Canciller alemana respaldó al presidente francés para abordar el tema en el marco de la reunión de los líderes del G7. Además, Irlanda ha amenazado con bloquear la aprobación del acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur (al cual pertenece Brasil) si el gobierno sudamericano no toma cartas urgentes en el asunto.

Lo anterior deja claro que la crisis del medio ambiente ya no es un tema exclusivo de la política interna de las naciones, sino que nos incumbe a todos pues sus repercusiones afectan a otros; todo ello pese al escepticismo de diversos mandatarios al cambio climático, entre los que se cuentan Donald Trump, Jair Bolsonaro e incluso López Obrador con sus proyectos de infraestructura como el Tren Maya que tendrá un alto impacto en el ecosistema de la península de Yucatán y la construcción de la Refinería de Dos Bocas, en lugar de pensar en energía renovable.

Es en estos momentos en que navegar con bandera de “neutralidad” le es adversa a la 4T porque todos los mexicanos desearíamos ver al gobierno mexicano encabezando una estrategia medioambiental en el continente, haciéndose de socios a nivel global; es lamentable que López Obrador prefiera ceder espacios en foros internacionales por su incapacidad de tener altura de miras. Si México siguiera encabezando esfuerzos por proteger nuestro medio ambiente, se ganaría el respeto de la comunidad internacional.

Es necesario que, como ciudadanos hagamos cambios radicales para proteger nuestro planeta y los podemos hacer en nuestro día a día aplicando la economía circular que es un estilo de vida que minimiza la producción a lo indispensable, así como a la reutilización de los elementos que no pueden volver al medio ambiente como los plásticos y le apuesta a utilizar materiales biodegradables en la fabricación de bienes de consumo para que, al agotar su vida útil, vuelvan a la naturaleza sin dañarla.

No debemos olvidar que es importante que el cambio de hábitos debe iniciar en nuestros hogares y el cambio cultural radica en enseñarle a los más jóvenes que no tenemos otro mundo al cual escapar cuando hayamos consumido los recursos del planeta tierra. Al tiempo…

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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