• Jorge Alcocer dejó “vestidos y alborotados” a los representantes de la industria farmacéutica, a quienes convocó a una reunión a la que nunca llegó por cuestiones de agenda, dijeron. En la mesa estaban representantes de AMIF, Canifarma, el Consejo Coordinador Empresarial y Amelaf, entre otros. Del lado del gobierno estuvieron Alejandro Mohar, comisionado de Institutos Nacionales de Salud, y José Alonso Novelo, de Cofepris. Aunque algunos asistentes dijeron que la reunión “fue una pérdida de tiempo”, otros esperan que sirva para construir un puente con las autoridades.
• Jorge Winckler fue descabezado como fiscal de Veracruz. El Congreso, de mayoría de Morena, lo desconoció. Fue elegido por una mayoría panista, y desde que llegó el gobernador Cuitláhuac García jamás hubo entendimiento.
• Porfirio Muñoz Ledo tenía la ley de su lado. Tras varias horas de debate en donde la oposición se resistía y no se cansaba de señalarlo con dedo flamígero, al final el político dejó la presidencia de San Lázaro. Como sea, el avasallamiento dejó más que lastimada a la oposición… iba en contra de su propia historia, nos recuerdan que quizá por eso volvió el Porfirio congruente que se estaba yendo por algún lado.
• San Lázaro hizo milagro en la Cámara de Diputados. En el ajuste para distribuirse la presidencia de ese órgano legislativo movieron los números y se hizo el milagro: para convertirlo en cuarta fuerza y que le pueda tocar presidir la Mesa Directiva en el último semestre, cinco diputados de Morena y del PES se incorporaron al PT. Esos son amigos, carajo.