El tradicional grito de independencia es un momento importante para el Presidente y para todos los mexicanos. El lunes se llevó a cabo el primero para Andrés Manuel López Obrador y en términos generales fue positivo. López Obrador se mostró sobrio y el evento fue austero, se eliminaron algunas escenas de administraciones anteriores, sin duda fue un acierto. Por minutos tuvimos un presidente para todos.
Pareciera un reto para el AMLO comportarse así todo el tiempo. Al menos durante el grito de independencia muchos de sus críticos reconocieron la forma en cuánto al evento, también apreciaron el gesto de ser una ceremonia para todos y sobria. López Obrador debería trabajar mucho más en encontrar los equilibrios y dejar de polarizar, justo cuando no lo hace se le reconoce como un líder para todos y no para unos cuantos.
¿Acaso es mucho pedir que el Presidente se comporte así la mayor parte del tiempo? ÉL gobierna para todos los mexicanos. En efecto, no está solo como se escuchó de manera autentica en el Zócalo capitalino. Ese respaldo también le da una mayor responsabilidad de comportarse como un mandatario para todos sus gobernados.
Lo que menos necesitamos como nación es más polarización, todos llevamos responsabilidad en eso, pero más es de quienes nos gobiernan. El país requiere de unificar a la ciudadanía, la clase política debe comportarse a la altura, por ahora no se ve que lo estén logrando. Los pleitos siguen a la orden del día y ellos son los principales responsables de esa misma polarización.
López Obrador tiene muchas responsabilidades y pendientes. El país necesita que el líder que lo encabece tenga mesura y capacidad para unificar. AMLO sin polarizar se convierte de manera natural en un líder para todos. Desafortunadamente ese líder para todos solo durará horas y pronto el Presidente vuelve a ser el mismo de siempre, ojalá no sea así.
Últimas palabras
La inseguridad sigue siendo el principal problema para los mexicanos, las autoridades tienen muchos pendientes que resolver.