• Jorge Alcocer podría colocarse una estrellita pronto. ¿Por qué? Pues porque nos anticipan diputados de la Comisión de Salud que el 1 de octubre se aprobará el nuevo etiquetado frontal de advertencia para alimentos procesados. Aunque en los últimos meses ha habido un intenso cabildeo de parte de la industria privada para frenar este dictamen y mantener el etiquetado como está, pero todo parece indicar que sus esfuerzos fracasaron. Si avanza como está previsto, quedaría en manos del Senado y después ya veremos productos con octágonos de advertencia en los anaqueles de las tiendas. Estrellita para el secretario de Salud, uno de los más interesados en el tema.
• Ramón Ballesteros es más famoso que Enrique Peña Nieto. Ramón es un sonorense que andaba de vacaciones en Nueva York y de pronto se topó con el ex presidente. Ya sin peluca, sin disfraz, Peña Nieto accedió a una foto con sus paisanos. Algunos dudaron que fuera Peña Nieto, pero finalmente se comprobó que sí era él. Por lo visto el priista sí es feliz, feliz, feliz…
• Andrés Manuel López Obrador tendrá las leyes secundarias en materia educativa que planteó, pese a los jaloneos entre uno y otro bando. Cantan victoriosos en Morena que ni una coma de la reforma educativa de Peña Nieto quedará una vez que cumpla todo el proceso legislativo y sea ley. La oposición ha pataleado sin éxito. Lo interesante, nos cuentan, será ver cómo se reacomoda todo el magisterio en los próximos meses. Nos adelantan que habrá una especie de cisma.