Desde que se fundó el Partido Acción Nacional, hace 80 años ha tenido el fortalecimiento de la democracia y la participación política ciudadana como sus principales banderas, pues las considera como el único medio para el desarrollo integral de la persona humana. Nos han encontrado en todos los momentos históricos de la democracia mexicana: denunciamos el fraude electoral de 1988, celebramos la elección del primer gobernador no priísta en 1989, impulsamos reformas que ciudadanizaron las elecciones en 1997 y festejamos la alternancia democrática en el 2000.
Para Manuel Gómez Morin, uno de los fundadores del partido, lo más urgente era crear una consciencia ciudadana para que los mexicanos se percataran de los problemas nacionales y se involucraran en la búsqueda de sus soluciones.
Así, el PAN nació como una respuesta a la consolidación de un sistema político de partido hegemónico basado en sectores populares que anularon al individuo y lo redujeron a un número, o sólo a un voto; por ello los panistas nos sentimos orgullosos de que nuestro partido es resultado del trabajo de la sociedad civil y durante toda su vida ha contribuido a forjar el entramado institucional que caracteriza el México moderno.
La situación que vive hoy México nos alarma: nuestra economía está estancada, vemos con preocupación que la violencia está desatada, la sociedad polarizada por un discurso de odio impulsado desde la presidencia de la República y las instituciones del Estado mexicano se encuentran bajo amenaza como nunca antes. Todo esto, el titular del Ejecutivo Federal se pelea con la realidad argumentando tener “otros datos”.
El autoritarismo de López Obrador y sus ambiciones con olor a una dictadura no nos asustan; los panistas veteranos recuerdan esos tiempos en que eran perseguidos por las autoridades simplemente por repartir folletos o colocar propaganda de nuestro partido. Conocemos a nuestro adversario y siempre lo hemos enfrentado, nos han descalificado y atacado hasta el cansancio, pero nuestra lucha por la democracia mexicana permanece.
Frente a la improvisación con la que se gobierna desde Palacio Nacional, en el PAN tenemos presentes las palabras de Don Manuel Gómez Morin que decía que “la política no es una aventura, sino una ciencia difícil, una moral rígida, una ardua misión”. De cara al clientelismo y corporativismo del grupo gobernante, Acción Nacional tiene en las ideas y los valores del alma, sus únicas armas, porque no tenemos otras, pero tampoco hay mejores.
Quienes hoy festejan la hegemonía de un solo partido y desdeñan el pluralismo político de nuestra nación, se equivocan y la historia nos juzgará a todos. A los agoreros oficialistas que con soberbia celebran la dominación de la voluntad de un solo individuo les tenemos un mensaje claro: Acción Nacional está más vivo que nunca y defenderemos nuestra democracia sin cesar porque ella es la mayor herencia que podemos dejar a las generaciones venideras.
En un futuro, cuando nuestros hijos pregunten dónde estaba el PAN cuando el populismo intentó secuestrar el futuro de México, les diremos orgullosamente que dimos la buena batalla por una patria ordenada y generosa y una vida mejor y más digna para todos. Al tiempo…