El gobierno de Andrés Manuel López Obrador está empecinado en echar para adelante el proyecto del aeropuerto de Santa Lucía, no es para menos, pues durante meses de campaña se empecinó de la misma manera en anunciar echar para abajo el aeropuerto de Texcoco en caso de ganar, así fue.
El problema para el mandatario es que su gobierno no tenía claridad sobre las acciones a seguir respecto a la construcción del proyecto aeronáutico en la Base Aérea Militar de Santa Lucia, en el Estado de México. La Secretaría de la Defensa Nacional argumentó que es un área estratégica y de “interés nacional”. Todo esto con el fin de echar para abajo las suspensiones que se tenían para su elaboración.
El colectivo #NoMasDerroches promovió 147 demandas de amparo y contaba con 7 suspensiones definitivas, una de ellas revocada por el Juez Quinto de Distrito en Materia Administrativa el día de ayer. Lo que es cierto es que, si la construcción del aeropuerto se da en los siguientes meses, no será porque se entregaron los estudios de impacto ambiental o exista certeza de su viabilidad respecto a su espacio aéreo y el aeropuerto de la Ciudad de México.
De hecho, a pesar de no contar con todos los documentos correspondientes, si prevalece el argumento de que es un área estratégica para el ejercito, la construcción se llevará a cabo en los siguientes meses. Habrá que reflexionar si de Santa Lucía es más un capricho gubernamental que un proyecto rentable. Habrá que reflexionar también si una labor del ejercito debe ser la de construir aeropuertos o litigar en juzgados.
La necesidad de un nuevo aeropuerto es real, sin embargo, una vez más se antepone una decisión unipersonal al verdadero interés de un país. Un gobierno debe tener la capacidad de reconocer errores y sobre todo de velar por todos los intereses de sus gobernados, parece que el aeropuerto en Santa Lucía no es la mejor decisión para el país.
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Otra vez Santa Lucía es nota y parece que seguirá siendo, el gobierno intentará por todos sus medios que el proyecto del aeropuerto se dé ahí y se hablará de ello las veces que sea necesario, prepárense.
Últimas palabras.
Manuel Bartlett sigue muy bromista, parece que la investigación en su contra no le preocupa en lo más mínimo. Al fin respaldo presidencial tiene.