México es el segundo país -sin guerra- más violento después de Siria, según un estudio realizado por IISS de Londres. Hecho que desafortunadamente se ha refrendado con las lamentables decisiones del presidente y su gabinete de seguridad, durante el enfrentamiento entre fuerzas armadas y presuntos miembros del cártel de Sinaloa.
El pasado 17 de octubre, fuimos testigos de cómo al gobierno le fue arrebatado el control total de una Ciudad capital, Culiacán, Sin. Nunca en la historia moderna de nuestro país se había visto un hecho así, en el que los integrantes de la delincuencia organizada superaran y sometieran a las fuerzas federales, y por mucho.
Esto demostró lo vulnerable que es el Estado, actualmente, frente a la delincuencia organizada y la nula capacidad del Ejecutivo Federal para enfrentarla, pues es evidente que no solo se ha mantenido, sino se ha incrementado ante la falta de acción de este gobierno.
Culiacán dejó claro cómo en el momento que quiera, la delincuencia organizada puede tomar el control total de una ciudad, con todas sus áreas estratégicas inutilizadas como el aeropuerto, salidas de carreteras, centros comerciales; incluso se puso en riesgo a las familias de los militares. No podemos permitir que esta situación continúe, urge un cambio de rumbo en materia de seguridad si no queremos ver en poco tiempo a los delincuentes repitiendo estas escenas en otras ciudades del país.
La disyuntiva entre proteger a la gente y soltar a un delincuente, está basada en la falta de estrategia, ineptitud del gobierno y nula coordinación. Corrupción también es aceptar un cargo para el que no están preparados, así que hagamos un riguroso llamado a integrantes de la 4t, a que no sean corruptos y dejen aquellos cargos para los que no están preparados.
Ante las declaraciones de la presidenta de Morena, durante un lamentable comunicado: “No tienen derecho a opinar, no pueden criticar”, “¡nosotros no se los vamos a permitir!”, debo decir a servidores de la 4t, que no se trata de respaldar a su patrón, sino de respaldar a las y los mexicanos.