El 23 de octubre, el pleno del Senado de la República otorgó, por votación unánime, la Presea Belisario Domínguez 2019 a la activista defensora de los derechos humanos Doña Rosario Ibarra de Piedra, que inició hace cuatro décadas la búsqueda de su hijo Jesús Piedra Ibarra, víctima de desaparición forzada.
Rosario Ibarra fue candidata a la presidencia de la República en dos ocasiones, se unió a distintas luchas sociales en diversos lugares del país, como el alzamiento zapatista, la exigencia de detener y esclarecer el asesinato de mujeres en Ciudad Juárez, y la matanza de personas indígenas en Chiapas y Guerrero. Fue senadora de la República de 2006 a 2012, por el Partido del Trabajo y denunció a los gobiernos neoliberales y su falta de voluntad para hacer justicia frente a los crímenes del pasado.
La entrega de esta presea representa un reconocimiento no solo a Doña Rosario, sino a los miles de madres y padres de familia, hermanos, amigos, activistas, y la sociedad en su conjunto, en la búsqueda incansable de los desaparecidos políticos y la defensa de los derechos humanos.
Simboliza una validación hacia aquellos que llevan años en la lucha y la búsqueda de las víctimas de la Guerra sucia en los años 70, del 2 de octubre del 68, o el “El Halconazo” del 10 de junio de 1971, así como eventos tan dramáticos como la matanza en Tlatlaya o la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, y tantos otros más que, aún sin nombre, son también víctimas.
La entrega de esta distinción a Doña Rosario permite también reflexionar sobre la forma en que el actual gobierno federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, y el Gobierno de la Ciudad, liderado por Claudia Sheinbaum, están abordando el tema de contención de las marchas, sobre todo cuando ha habido actos violentos por parte de los manifestantes.
El gobierno de la Cuarta Transformación está demostrando que es mucho mejor conciliar y contener que reprimir, porque si se hubieran dado actos represivos en las recientes marchas con cierre de casetas y carreteras, cierre de aeropuertos, las consecuencias habrían sido dramáticas. Nuestra sociedad debe entender que es mejor la tolerancia y resolución de los problemas que la represión.
Esta presea también da cuenta de la diferencia entre el gobierno de México y lo que está ocurriendo en países como Chile, Ecuador, España, que enfrentan actos represivos muy dramáticos con la imposición de la fuerza del Estado. Creemos que la ruta que está sucediendo en México para buscar la paz y la reconciliación es la mejor, es la correcta.
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La medalla Belisario Domínguez, fue recibida por su hija Rosario Piedra Ibarra, mientras que su hija Claudia Piedra Ibarra dio lectura a un mensaje.
En este, Doña Rosario pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador custodiar la presea hasta que se esclarezcan las desapariciones.
Como un hecho inédito, lo anterior es muy simbólico, muy poderoso, y representa un gran compromiso para este gobierno el no permitir que la impunidad siga siendo el sello que marcó a este país por décadas y décadas.