• Javier Sicilia le causa flojera al presidente Andrés Manuel López Obrador. El activista anunció una marcha a Palacio Nacional. Y aunque la 4T pugna por lo abrazos y no los balazos, en el caso de los tradicionales besos del escritor, pues el de Tabasco dijo que “fúchila, guácala” porque eso de recibirlo “da flojera”. Por cierto, nos dicen que otro flanco olvidado por López Obrador es el de los desaparecidos. El artículo 83 de la Ley de Víctimas obliga a dos sesiones por año, encabezadas por el titular del Ejecutivo federal o suplido por el encargado de la Secretaría de Gobernación (ahí le hablan a Olga Sánchez Cordero). Y pues nada.
• Francisco Domínguez contra Rosario Piedra. El gobernador de Querétaro, de extracción panista, de donde es el coordinador de los senadores panistas alambreados Mauricio Kuri, advirtió que en Querétaro no harán caso de las recomendaciones que haga la presidenta de la CNDH. Sería un choque de un estado contra el organismo defensor de los derechos humanos. “Su elección fue ilegal”, argumenta Domínguez. ¿Tropezará el PAN con la misma piedra o de plano chocarán con un muro?
• Andrés Manuel López Obrador somete a examen de austeridad a su gobierno. El anuncio de que van a revisar si las dependencias están acatando la instrucción de austeridad llevó a algunos a sonreír. Y si no que le pregunten a Pemex, al sector salud, al campo, que por la austeridad se han visto en severos problemas de operación porque no tienen para antivirus ni para lo más elemental en hospitales. La austeridad está asfixiando a muchos, alertan.