La mayoría tenemos asociada la palabra ritual a un significado religioso o estrictamente espiritual, pero en realidad todo lo que hacemos cotidianamente con disciplina y orden ceremonial, es nuestro propio ritual para la consecución de objetivos en las distintas áreas de la vida.
Antes, una nota muy importante: no debemos confundir el trazo ordenado de los planes y las acciones, con lo rutinaria y aburrida que puede convertirse la repetición sin sentido de los días, ¡no! Un ritual para la vida es sumamente creativo, y algo que requiere de toda nuestra atención en el PRESENTE (recordemos que por eso a los regalos también se les llama presentes, pues anclan el punto de atención en este instante para vivirlo con toda la intensidad posible). Así que usted puede mantener un orden disciplinar orientado a lo que desea manifestar.
Por ejemplo, si lo que necesita es salud, su ritual puede comenzar dando gracias todas las mañanas por aquellas partes de su cuerpo y órganos que funcionan en perfecta salud y armonía: obsérvelas, agradézcales y exáltelas; después utilice un símbolo que para usted represente salud y regálele un minuto de su atención completa, reflexione en lo que valora más de tener salud y, de la manera en la que se sienta cómoda o cómodo, bendiga esa salud en usted y en todos los seres. Póngase horas fijas para comer, para caminar, para sobarse los pies o hacer algo que promueva su salud.
Finalmente cierre el día con un espacio dentro de usted que permita la salud, un pensamiento o una simple intención relajada no de buscar, sino de dejar que la salud le inunde. Cada elemento del día en el que usted fije su claro intento de tener esto o aquello, creará un PATRÓN invisible que irá marcando el flujo en el que la energía fluye en y para usted. Por eso las llamadas rutinas, como la gota de agua en la piedra, van marcando un diseño en su campo electromagnético que es el lenguaje por medio del cual la vida lee aquello que requerimos.
El orden ceremonial y la disciplina en absoluto son atributos rígidos, por el contrario, son como el esqueleto que es la estructura que sostiene al cuerpo pero con la flexibilidad de las articulaciones y cartílagos. Estas rutinas conscientes nos ayudan a darle forma y ritmo a nuestro caminar; y en contraste: abusar del desparpajo y del caos, generan una señal ambigua y poco clara. Los grandes proyectos se cristalizan sobre la base de rituales del día a día, y usted, con su conciencia presente, puede convertir en un ritual intencionado cada fase de su día, ¡y qué maravilla poder darle carga y simbolismo a lo que hacemos por default!
Las matemáticas son el código de comunicación universal, por eso los pensamientos, las palabras y las acciones que repetimos en un cierto patrón con una determinada constancia ¡se convierten en cosas, en situaciones, y en seres que llegan a nuestro camino! Si gusta de prender veladoras, utilizar imágenes sacras, los ciclos de la luna, y literalmente hacer rituales, está bien y ayuda a enfocarse, pero qué más sagrado, más directo y poderoso, que hacer de lo que ejercitamos cada día un nítido dibujo de aquello que de verdad queremos convertir en realidad.