Hoy viernes, día perfecto para celebrar el amor y la amistad e iniciar el fin de semana, existe un dato que puede pasar desapercibido: los casos de depresión o de pensamiento suicida pueden aumentar. Igual a lo que sucede con otras fiestas familiares y fechas que asociamos con los mejores sentimientos, quienes pasamos por momentos difíciles o de soledad (todos alguna vez), atravesamos por caídas de ánimo en las que necesitamos -y debemos- buscar ayuda profesional.
No sólo es importante mantener redes de apoyo entre la familia y los amigos (incluso los vecinos) para que, en caso de que esta condición se profundice, podamos recibir la ayuda correcta, en el momento adecuado. Nadie está exento de una mala racha, pero la salud mental es tan importante como la física, y con eso no podemos jugar.
Una de las medidas que tomamos para no reflejar nuestro malestar es ocultarlo y fingir lo contrario. Si hay un espacio en donde esto puede ocurrir son las redes sociales, en donde podemos disfrazar la vida real, de aquella que quisiéramos vivir.
Por ello, las plataformas trabajan día y noche para contar con mejores herramientas para identificar personas que necesiten ayuda en las diferentes etapas de estos estados. Entre más temprano se logre detectar un problema o una enfermedad, mayores las posibilidades de prevenir, de atender, y de salvar.
Esta semana, Twitter y Confianza e Impulso Ciudadano, la organización civil que hoy tengo la oportunidad de presidir, anunciamos el 5511-8575-55, una Línea Nacional gratuita para prevenir casos de suicidio.
Arrancamos en un horario de 9 a 18 horas por el momento, aunque seguiremos conectados gracias a la tecnología las 24 horas. Nuestro objetivo es llegar a tiempo, ayudar y apoyar a cualquier persona que lo necesite.
Twitter es una de las plataformas de red social más populares y poderosas del mundo, ahí se manifiestan las opiniones de mayor peso y también se libran las batallas de puntos de vista que atrapan a la agenda pública durante días. Ser tendencia es uno de los nuevos conceptos de nuestra época actual.
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Pero ahí también se manifiestan -y se ocultan- muchas historias, emociones, palabras y frases que señalan una posible conducta suicida. No olvidemos que son vidas reales, de personas que demandan ayuda, aunque no sepan cómo pedirla. Vidas que no tenemos por qué perder, si actuamos a tiempo.
Escribo el plural, porque este reto nos involucra a todas y a todos. La prisa de la vida cotidiana hace que muchas veces perdamos de vista los signos que manda con desesperación una persona que está pensando atentar contra sí misma.
En una experiencia civil anterior, los casos podían llegar a una decena al día, tanto de aquellos que empezaban a considerar la posibilidad, como de quienes ya llevaban varios intentos. Por eso, prevenir es fundamental. Hoy ponemos a disposición una nueva y poderosa herramienta para que, juntos, podamos evitar que vidas se pierdan de manera inútil. La vida es demasiado preciosa para privarnos de otra oportunidad.