Está claro que Morena y la 4T revolucionaron el escenario político del país. Los datos que colocan a México en el primer lugar del “Woman in Politics”, de la Organisation for Economic Co-operation and Development. OECD, seguidos de Suecia, Finlandia y España, son irrefutables.
Jamás habíamos visto tantas mujeres con tradición política, de lucha, libertad y soberanía, como protagonistas en el gobierno de la Cuarta Transformación. Esto, sin duda, dará resultados; rompe paradigmas y prejuicios.
El gabinete mexicano cuenta con cuotas igualitarias entre varones y mujeres. Tenemos un gobierno paritario que está garantizando la representatividad y el balance de poder entre hombres y mujeres.
El triunfo de AMLO representó también un avance en materia de igualdad para las mujeres en el terreno político.
Ellas deben tener acceso a altos cargos como queda demostrado bajo ésta administración: Claudia Sheinbaum, es la primera mujer electa como Jefa de Gobierno en la historia de la Ciudad de México.
La designación de Olga Sánchez Cordero como secretaría de Gobernación, es histórica ya que nunca antes una mujer había encabezado esta institución.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador es el primero en tener un gabinete partidario. De las 18 Secretarías, ocho son ocupadas por mujeres. Luisa María Alcalde es Secretaria del Trabajo y Previsión Social; María Luisa Albores es Secretaria de Bienestar; Graciela Márquez Colín es Secretaria de Economía; Alejandra Frausto es Secretaria de Cultura; Rocío Nahle es Secretaria de Energía; Irma Eréndira Sandoval es Secretaria de la Función Pública; y Josefa González Ortíz Mena es Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
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A su vez, la nueva presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Rojas, ha comentado que es un gran logro y un hecho histórico que, a la par, ese órgano legislativo y el Senado de la República, con su presidenta Mónica Fernández Balboa, estén liderados por mujeres.
En días recientes se abrieron vacantes en el Gobierno Federal exclusivamente para mujeres. La titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP), Irma Eréndira Sandoval, presentó el primer concurso de ingreso a la Administración Pública Federal exclusivo para mujeres, a través del cual se ofrecen mil 700 plazas con el fin de reducir la brecha que existe entre hombres y mujeres que se desempeñan en el sector.
El proyecto de Nación hacia la Cuarta Transformación no sería posible sin el reconocimiento al trabajo de las mujeres, que representan más de la mitad de la población del país. El compromiso es colocar a las mujeres y las niñas mexicanas en el centro de las políticas públicas con la convicción de no dejar a nadie atrás, ni afuera.
Para el gobierno del presidente López Obrador es prioridad la igualdad, protección y defensa de las mujeres.
Se ha abierto una oportunidad única para que la corrupción y la desigualdad dejen de colocarlas en mayor desventaja en el ejercicio de sus derechos.
“Apostamos por el acceso a la justicia con perspectiva de género y a nuevas estrategias para el empoderamiento económico, laboral y educativo de todas; para aquellas mujeres de bajos ingresos, en los ámbitos rurales e indígenas y aquellas con discapacidad, así como para erradicar la brecha de oportunidades entre hombres y mujeres”, ha comentado en Presidente.
México enfrenta grandes retos. Temas como educación y cultura, independencia económica e inclusión laboral, acoso y violencia, feminización de la pobreza, salud reproductiva, violencia y acceso a la justicia, y administración pública con perspectiva de género son fundamentales.
Así como: “los cambios en la legislación que promuevan una vida libre de violencia contra la mujer y el establecimiento de sanciones en el Código Penal, que dejen claro que la sociedad considera delitos graves la violencia física y sexual hacia la mujer”, como ha expresado la Doctora Sheinbaum.
Bajo esta administración el estudio y el trabajo para las mujeres son un derecho, no una aspiración. Su autonomía económica es central para lograr la igualdad.
Si queremos democratizar al país, debe democratizarse primero la familia y que los roles de género en los hogares, en la educación, en el mercado laboral, en el sector político sean necesariamente igualitarios.
¡Hacia ese rumbo avanzanzamos!