El pasado viernes 26 de junio, el Secretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX, Omar García Harfuch, sufrió un atentado en donde resultó herido por 3 impactos de bala y varias esquirlas, inmediatamente en su cuenta de Twitter atribuyó dicho hecho al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), causando indignación en las autoridades del gobierno federal y de las entidades federativas y, en general, en la sociedad; sin duda, ha generado un sinfín de opiniones y especulaciones en torno a lo sucedido.
Destaco las declaraciones en conferencia de prensa del Secretario de Seguridad Pública Federal Alfonso Durazo en el sentido de que se está dando seguimiento a los grupos del crimen organizado, particularmente a aquellos más beligerantes y es frecuente que existan este tipo de amenazas, hace una semana se registró una eventual amenaza a algunos funcionarios de seguridad pública.
Es preocupante que, en nuestro país, a medida que ha pasado el tiempo los cárteles del narcotráfico han ido aumentando en número, capacidad y presencia (integrantes, armamento de alto calibre y dinero), pero, sobre todo, la violencia que ejercen es cada vez más “brutal” ya no respetan nada ni nadie.
De ahí que, la violencia que generan los cárteles del narcotráfico en nuestro país es un tema muy complejo, es una realidad innegable; muestra de ello, es que, según la información con que se cuenta, resultado de las investigaciones que realiza la Fiscalía de Justicia de esta ciudad al respecto, revelan que no solamente el CJNG estuvo involucrado en el atentado que nos ocupa, sino que también participaron La Unión Tepito y el Cártel de Tláhuac.
Mucho trabajo de estrategia y operatividad tienen las autoridades policiales de nuestro país en relación con los Cárteles, y estoy convencida de que en el corto plazo empezarán a dar resultados positivos.