Opinión

¿Es el voto electrónico una opción para México?

Las experiencias comparadas con el voto electrónico han sido problemáticas, México no puede ignorarlas.

¿Se imagina usted llegar a la casilla a votar y encontrarse con una computadora en la que puede emitir su voto?

¿Se imagina cómo sería votar desde casa por internet? La idea suena muy atractiva e interesante. ¿Por qué en la época del coronavirus, cuando la tecnología está presente en todo, seguimos votando con papel y lápiz, como se votaba hace más de cien años durante la pandemia de la gripe española?

La respuesta es mucho más compleja de lo que parece. El acto de votar requiere la protección de diversos valores; destaco aquí la secrecía, la igualdad y la transparencia que no ha sido posible proteger con el voto electrónico.

Desde hace décadas, diversos países, sobre todo europeos, intentaron introducir el voto electrónico pero tuvieron que retroceder.

En México, el Instituto Nacional Electoral (INE) y los Institutos Electorales de Coahuila e Hidalgo lo implementarán en un porcentaje mínimo de casillas en las próximas elecciones locales; para ello, el INE aprobó los lineamientos de su implementación (INE/CG569/2019) en donde señaló (pág 17): “Desde hace varios años, el voto a través de urna electrónica es una realidad en varios países… Argentina, Alemania, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Estonia, Emiratos Árabes Unidos, España, Filipinas, Finlandia, Francia, Guatemala, Holanda, India, Irlanda, Japón, Kazajistán, Namibia, Noruega, Panamá, Paraguay, Perú, Venezuela y Suiza.”

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La información que menciona el INE es inexacta. Me refiero solamente a tres de los casos señalados, aunque se podría desvirtuar o matizar cada uno de ellos: en Argentina se intentó implementar el voto electrónico a nivel nacional en 2016, fue aprobado en la Cámara de Diputados pero fracasó su aprobación en el Senado.

En Alemania, el Tribunal Constitucional lo declaró inconstitucional en 2009, con el argumento de que no era transparente, porque el electorado no podía entender qué sucedía con su voto cuando lo emitía a través de una computadora.

En Holanda, país pionero del voto electrónico se suspendió en 2006 y luego en 2017 por riesgo de hackeo y se volvió al papel y lápiz.

Lo cierto es que en la actualidad solo Brasil, India y Venezuela lo han implementado a nivel nacional (véase al respecto el excelente artículo de Rogelio Muñiz Toledo https://aristeguinoticias.com/2202/opinion/los-riesgos-del-voto-electronico-y-su-ilegal-implementacion-en-2020-articulo/).

Las experiencias comparadas con el voto electrónico han sido problemáticas, México no puede ignorarlas. Ejemplos sobran y siguen presentándose. En febrero pasado, en República Dominicana se suspendieron las elecciones municipales por una falla en el voto electrónico.

El debate sobre la posible implementación del voto electrónico debe partir de una amplia discusión transparente y honesta, precisa e informada. Debe considerar las experiencias comparadas, que muestran que el voto electrónico no es ninguna solución cuando existe la desconfianza, precisamente la base de nuestra sofisticada institucionalidad electoral.

 

*José Reynoso Núñez es Doctor en Ciencia Política y Master of Arts in European Political Studies por la Universidad de Heidelberg, Magister en Derecho Público con mención en Derecho Constitucional por la Universidad Católica de Chile y Licenciado en Derecho por la Universidad Panamericana sede Guadalajara. Ha publicado textos académicos sobre sistemas electorales, sobre  federalismo y partidos políticos y sobre educación cívica.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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