La reunión entre los presidentes Andrés Manuel López Obrador, y su homólogo Donald Trump por la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos, Canadá, (T-MEC) como fundamento para crear empleo y prosperidad fue un éxito, un logro diplomático, y una victoria contundente para AMLO.
Fallaron los pronósticos negativos. López Obrador y Trump no se pelearon como pretendía la oposición.
El tema y el destino del viaje del Presidente no pudieron ser más importantes. Como gran conocedor de la historia, supo lo que éste encuentro significaba; es un político profesional; AMLO dejó ver lo respetuoso de la relación entre ambos Presidentes.
Fue el Presidente de Estados Unidos quien admitió que la relación entre México y Estados Unidos “es más cercana que nunca”, y presentó públicamente a López Obrador como su amigo.
No olvidemos que en el pasado reciente, marzo de 2018, Enrique Peña Nieto canceló su visita a Donald Trump porque éste insistía en que México pagaría el muro. Era otro el discurso.
La relación binacional no ha sido fácil; sin embargo, nuestra geografía hace imposible sustraerse de la necesaria relación con nuestro vecino y principal socio comercial.
El presidente Trump ha cambiado su discurso y postura respecto a México y los migrantes… y es que: “la política también es tiempo, y Trump nos ha tratado como lo que somos: un país digno, democrático y soberano”, ha reconocido AMLO.
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En su momento, López Obrador también cuestionó la visión y el trato que Trump tenía hacia los paisanos mexicanos, el agravio, “pero han pasado los años, hemos tenido un buen entendimiento y Trump ha cambiado su discurso a través de un reconocimiento hacia lo que los mexicanos migrantes han aportado a esa gran nación”.
Ambos mandatarios encontraron los puntos de entendimiento que llevaron a un ambiente respetuoso durante el encuentro; nuestro Presidente ha optado por una línea de no confrontación “Lo cortés no quita lo valiente, tenemos que buscar entendernos, no pelearnos, complementarnos”.
“Aunque tengamos posturas ideológicas distintas, si se pone por delante el interés de las naciones, se puede llegar a acuerdos sin prepotencia, sin extremismos, buscando siempre la conciliación, el dialogo, el respeto muto”, comentó a su regreso.
Pragmático, cauto, sobrio, respetuoso, elocuente, patriota y con dimensión regional, el mensaje de AMLO en Washington fue el de un gran estadista.
Un discurso desafiante intelectualmente, respetuoso e incluyente con nuestros paisanos que viven en Estados Unidos; el Presidente se impuso como defensor de las garantías de las poblaciones México- Americanas.
Nuestro Jefe de Estado dio cátedra con un histórico discurso en el que admitió que en México se desató un buen debate sobre la conveniencia de este viaje, pero “decidí venir porque, ya lo expresé, es importante la puesta en macha del Tratado. Hemos tenido desencuentros y hay agravios (de Estados Unidos contra México) que todavía no se olvidan, pero también hemos podido establecer acuerdos de cooperación y de convivencia», admitió.
La entrada en vigor del T-MEC “marca el inicio de la renovada relación comercial entre México y Estados Unidos, y facilitará la atracción de la inversión extranjera en México”, asegura a su vez, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco, Servytur).
Se esperan buenos resultados económicos por la presencia de inversionistas mexicanos y extranjeros, un buen augurio en la confianza en la cadena de suministros, así como más y mejores empleos. La nueva etapa del T-MEC resultará mejor para nuestro país, se establecieron las bases para crear empleos y prosperidad hacia un futuro próximo fincado en la cooperación.
El desarrollo económico común fue el eje central de esta cita, eludiendo los temas ríspidos. Algunos pensaban que ciertas diferencias entre ambos mandatarios habrían de llevaros al enfrentamiento, a la hostilidad, al antagonismo, pero ese mal augurio no se cumplió. Todo lo contrario.
AMLO es un líder transformador en nuestra nación, y más allá de las fronteras.
¡Quedó probado!