Opinión

Testigo protegido

La idea de que la corrupción se iba a combatir de manera distinta, más allá del discurso que todos los días nos receta el jefe del ejecutivo, no ha sido como se esperaba. Si bien hay una extitular de una Secretaría de Estado en el reclusorio, Rosario Robles, lo cierto es que se esperaba mucho más durante el primer año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

La detención del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, y su extradición a México provocó una serie de suposiciones y comentarios en distintos sentidos. Muchos pensaron que el extitular de la petrolera mexicana sería recluido y vinculado a proceso de manera inmediata, sin embargo, por cuestiones de “salud”, hoy se encuentra en el hospital.

Durante el transcurso de los días, la información ha ido saliendo de a poco, hoy se sabe que Lozoya será un testigo protegido y una de las hipótesis apuntan a que está decisión se da para que pueda haber muchos otros políticos implicados en temas de corrupción por recibir sobornos durante la aprobación de la pasada Reforma Energética.

Se ha vendido la idea de que Lozoya es el eslabón que podría iniciar el exterminio de la corrupción, la verdad es que es falso. Aun no sabemos cuáles serían las pruebas que podría presentar el extitular de Pemex y que tanto pueda afectar a terceros. También sabemos que la mira está puesta en los miembros de la oposición solamente.

Nadie está en contra de que se llegue al fondo de la corrupción, de que se detenga a políticos corruptos, aquí el tema, y hay que ser muy claros, es una estrategia del gobierno para atacar a sus contrincantes. Es justo decir que si no hubiera corruptos en la oposición no tendrían que estar preocupados y que es importante que paguen por sus actos, pero también hay que decir, ellos no son los únicos corruptos, muchos otros viven en Morena y esos no se van a tocar.

Así entonces será la justicia selectiva. Aquellos que cometan o cometieron actos de corrupción en el pasado, pero que hoy vivan bajo el cobijo de López Obrador no serán tocados, ejemplos tenemos varios, como Manuel Bartlett o Napoleón Gómez. El combate a la corrupción se dará, pero no para todos, aquellos en Morena pueden estar tranquilos.

Quien pensara que Emilio Lozoya sería el primer gran “pez gordo” atrapado por el gobierno puede esperar. El ex titular de Pemex no va a pisar la cárcel, por lo menos en un buen tiempo. Como en otros tiempos se llegaron a acuerdos que nunca sabremos cuáles son ni su contenido. La justicia pasa por la política, irán a la cárcel quienes estén en la mira de los que gobiernan, los que lleguen a acuerdos o corrompan para Morena no.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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