Opinión

La Gloria del mundo

Gloria Estefan es una mujer que se ha caracterizado por entender la versatilidad y la universalidad de la música, pues a lo largo de toda su trayectoria ha conseguido acercarse al mundo entero y encajar con las raíces de muchos lugares, sólo con una canción.

A través de su vida y su crecimiento –tanto personal como profesional– Estefan ha explorado innumerable cantidad de ritmos, por lo que hoy los ve a todos ellos como lo más natural que existe en la música.

Además ha conseguido reflejar esa naturalidad con un nuevo proyecto que tocó a muchos corazones a lo largó de América Latina, y sobre todo que motivan a la artista para seguir nutriendo su carrera en este arte, pues sus raíces no la sueltan y sabe cómo dejar su esencia en cada álbum y en cada canción y lo prueba con su nuevo disco el cual, después de escucharlo, descubres la magia de las obras que sólo basta empezar a escuchar para no parar hasta el final.

“Eso me hace muy feliz, sabes que a través de toda mi carrera yo soy quien escoge el orden de las canciones, me siento cada momento con el ingeniero que mezcla y yo he estado en todas las mezclas de todos mis discos, sentada ahí, horas y horas para estar segura, incluso escucho el espacio entre los discos para que entre en el momento correcto emocionalmente, es lindo que los escuche completos porque hoy en día la música se ha ido separando de lo que es escuchar un trabajo completo de un álbum, se escuchan más canciones o la gente hace mezclas, listas, de lo que quieren escuchar”.

Su nuevo material, llamado Brazil 305, es un claro ejemplo de ello, pues Gloria se sumió en sus creaciones y combinó ritmos que ya había explorado antes, pero que ahora quiere mostrar al mundo.

“No quiero que piensen que quiero apropiarme de algo cultural que no me pertenece, al contrario, es un honor muy grande tener esta música en mi vida, comenzando con los discos que mi madre me ponía constantemente junto con Nat King Cole, Cachao, Celia Cruz, mi madre era la diva de la familia, la que cantaba, bailaba, era la estrella y a mí no me gustaba ser el centro de atención, mi mamá era la estrella y me crió en un ambiente rodeado de música, de ambas partes de mi familia, genéticamente, porque de la parte de mi padre también tenía muchos músicos”.

Sin embargo, la conexión va más allá, ya que no sólo movió fibras en un país, sino que lo hizo en más de un continente, y logró transmitir con una sola canción un bello mensaje de amor, de luz, de anhelo, de ilusión y de esperanza, justo lo que el mundo necesita hoy en día.

Esto, sólo nos deja en claro que la música no entiende de idiomas, de clases sociales, de género, de preferencias, la música es para todos y para quien desee abrazarla y disfrutarla, y Gloria Estefan se ha vuelto una artista que por sobre todas las cosas entiende que así como diría Chavela Vargas, la música no tiene fronteras, pero sí un final común: el amor y la rebeldía.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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