Luego de que el día primero de octubre, los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación debatieran sobre la constitucionalidad de la pregunta enviada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el juicio a cinco expresidentes, la Corte dijo que la consulta va, pero ocho de los 11 ministros aprobaron cambiar la redacción de la pregunta original, porque la consideraron “tendenciosa”.
En la nueva redacción, no se incluyeron los nombres de los expresidentes y el 1 de agosto de 2021, las y los ciudadanos tendrán que responder SÍ o NO, al siguiente cuestionamiento: ¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?
Estimaciones del Instituto Nacional electoral, marcan que llevar a cabo esta consulta, costará alrededor de 8000 millones de pesos. Creo que nadie pudiera estar en contra de que se aplique la ley, luego entonces ¿vale la pena gastar tanto dinero para contestar una obviedad?
Pero supongamos que la respuesta de la gente es por el NO ¿significa pues que la autoridad debe renunciar a su obligación de perseguir y sancionar el delito?
La intención de consultar si se hace justicia o no, resulta perversa. Más que fortalecer la participación ciudadana mediante un mecanismo democrático como lo es la consulta, la intención parece ser seguir sembrando odio y división entre el pueblo de México.
No comparto la visión y el voto externado por los seis ministros que votaron por la Constitucionalidad de la pregunta, creo que ellos mismos tampoco la veían constitucional y por eso tomaron una decisión más política que jurídica cambiando la redacción de la pregunta y a la vez dándole gusto al presidente de ir a la consulta.
Independientemente de que no comparto, respeto la decisión tomada por la Corte como una mujer institucional que soy, respetuosa de la división de poderes.