En la noche del viernes 9 de octubre, en el INE se anunció que el resultado de la encuesta para que los simpatizantes de Morena pudieran determinar quienes serían sus dirigentes en el caso del cargo de presidente del Comité Ejecutivo Nacional, se había empatado y por lo tanto no era técnicamente posible determinar un ganador, lo que obliga según la Convocatoria aceptada por los participantes a realizar una tercera encuesta.
Para poder entender lo sucedido hay que recordar que una encuesta no es una votación, la encuesta es un ejercicio estadístico que permite con el levantamiento de una muestra poder determinar cual es en general la opinión de todo ese grupo; lo importante para poder obtener el resultado deseado es determinar el tamaño de la muestra y la metodología para levantarla; este tipo de ejercicios es como el que se hace en los conteos rápidos después de una elección, con una muestra del resultado de algunas actas electorales, se puede determinar la tendencia total, lo que se a hecho con mucha precisión por parte del INE y nos ha permitido saber el mismo día de la elección quien gano, si la diferencia es mayor al 3% ,que es el margen de error; sin embargo no sabemos cuantos votos obtuvo, ya que eso es el resultado de la votación y no de la encuesta o la muestra.
Por los resultados de la encuesta; entre 23.48% a 27.9% de Muñoz Ledo y entre 23.56% a 27.03% de Mario Delgado, existe claramente un empate técnico, y por lo tanto habrá una tercera encuesta, entre el 16 al 22 de octubre; lo que no garantiza ni que esta determine en definitiva al dirigente, por que se puede volver a empatar, ni mucho menos que esta ayude a que en Morena se alcance la unidad y se reconozcan los resultados.
Habrá que recordar que el Tribunal Electoral resuelve el pasado agosto, ordenar al INE realizar la encuesta, ya que había pasado más de un año de incumplimientos de la dirigencia de Morena para organizar sus elecciones internas y ante una nueva petición de prorroga de un año tres meses más que solicitó el presidente provisional; como una decisión extraordinaria, cuidando el derecho de los militantes, se decide este método atípico de selección y se decide también que un organismo externo al partido sea el que intervenga; se busco darle solución a una situación inédita, en lugar de imponer multas y sanciones al partido.
Aunque así se quiera señalar, ninguna de las instituciones electorales, TEPJF ni el INE tienen responsabilidad respecto a la situación que prevalece en Morena, si la tercera encuesta no logra resolver el conflicto el único responsable seguirá siendo Morena y la ausencia de acuerdos entre sus dirigentes, empezando por su fundador, el actual presidente de México.
En las elecciones de 2021 los partidos políticos serán los protagonistas. Morena llega por así decirlo a refrendar o no el apoyo obtenido en 2018, conviene que exista una dirigencia responsable que pueda por la vía democrática designar a sus candidatos, tener una propuesta de campaña y responder ante el pueblo, por las decisiones políticas realizadas en más de dos años en el gobierno federal, como lo han hecho históricamente los partidos que han gobernado en el México democrático. El que prevalezca la confrontación, el desorden y la falta de disciplina, lo que demuestra es su falta de apego a su declaración de principios y al respeto a los derechos de sus militantes.