Por Consuelo Molina Avilés
De acuerdo con el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE), la misoginia se define de la siguiente forma: “Aversión u odio a las mujeres”. A su vez, odio se define así: “Antipatía y aversión hacia algo o alguien cuyo mal se desea”.
Así pues, ¿una mujer puede odiar a otra por el simple hecho de ser de su mismo género? Pues por supuesto mis queridas “such is life” y no te estoy hablando de la rivalidad entre mujeres o de competencia por inseguridades, miedos, envidias, etc, etc.
Cuántas veces no hemos escuchado y hasta repetido frases en donde devaluamos a las mujeres en general y también a alguna que otra en particular… por ejemplo: si sabes que el marido de tu mejor amiga es infiel, lo primero que piensas es en la zorra que enamoró al “poverello” inocente…., ¿es cierto o es falso?
Mujeres que escalan puestos directivos y denigran a sus subordinadas o tienen preferencias muy marcadas hacia los hombres; cuántas veces no has escuchado a alguna de tus amigas criticando a una conocida porque aquella tiene un mejor puesto o un mejor galán o hasta un mejor auto, y le inventa que esto se debe a razones poco meritorias…
El otro día en el auto con una amiga se nos cerró una despistada y ella muy enojada le grito: “claro tenías que ser vieja! ”, no me quedó más que reírme y por lo absurdo de su comentario y al notarlo ella no le quedó más hacer que lo mismo.
Pues, así que con todas estas ideas: de que las relaciones entre mujeres no son sólidas, de que no son cálidas ni sinceras y de que es mucho más fácil llevarnos con los hombres que son menos complicados, más interesantes y sobre todo menos traicioneros bla, bla, bla…
Lo único que hemos conseguido es alejarnos de nuestro propio género, volvernos más vulnerables ante el mundo masculino y no saber cómo formar vínculos de afinidad y de apoyo entre nosotras.
PUBLICIDAD
Y no se trata de ser feministas, noooo chicas nooo, más bien el objetivo de este comentario es que nos demos cuenta de que esta forma de pensar y de actuar con respecto a nuestro propio género nos afecta a todos y que si existe es porque nosotras mismas lo fomentamos con comentarios y actitudes denigrantes para nuestro mismo sexo.
Y en conclusión para que nos sirve darnos cuenta de esto…pues para hacer mejores relaciones con los demás, con nosotras mismas y también para educar a nuestros hijos de mejor manera.
¿Te habías puesto a pensar en esto, de que por lo regular somos nosotras nuestras principales detractoras. Has oído eso de: “lo que te choca… te checa”?
Teléfonos de Atención
5531204231
De 9:00 a 15:00 horas
De lunes a viernes
5534333983
15:00 a 20:00 horas
Facebook@c7saludmental