Mientras las fisuras de la economía nacional siguen creciendo hasta tragarse los recursos de millones de familias mexicanas, la Cuarta Transformación insiste en hacer arder a la iniciativa privada a pesar que este sector genera 90 por ciento de las inversiones en el país.
Una tensión que la actual administración federal busca esconder atrás del rebote del Producto Interno Bruto (PIB) en el tercer trimestre de este año que según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) alcanzará 12% de crecimiento. Sin embargo, estas cifras no pueden ignorar el desplome histórico que cimbró a nuestro país entre abril y junio con una caída superior a los 18 puntos.
Esa es la verdadera cosecha de la 4T a casi dos años de estar al frente del gobierno, dejando una contracción de la economía nacional hasta el tercer trimestre por encima del 8% de acuerdo a un sondeo de Reuters. Y para darnos cuenta de ello sólo falta voltear a ver los más de 12 millones de empleos que se extinguieron en el punto crítico de la pandemia.
Y con todo y la paulatina reapertura de actividades económicas que en agosto integró poco más de 600 mil trabajos al mercado laboral, aún se arrastra 5.4 millones de desempleados que enfrentan las consecuencias de no impulsar medidas de contingencia para la población a tiempo.
En este escenario, el incremento de incertidumbre para la iniciativa privada ha mostrado una tendencia decreciente en la inversión para la Formación Bruta de Capital Fijo en México.
Ahora queda claro. La inversión privada se desplomó hasta 33.2% en el segundo trimestre. Una verdadera caída que no se había registrado en 25 años y que podría acentuarse para finalizar 2020 y comienzos de 2021.
Pues de continuar con la desacreditación hacia la iniciativa privada por parte del ejecutivo federal, el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que el próximo año la inversión productiva no alcanzaría ni el 20% del PIB. Es decir que podríamos enfrentar la tasa más baja en siete sexenios, dañando gravemente la creación de empleos y el bienestar de las y los mexicanos.
PUBLICIDAD
En este momento, la crisis ya corroe los pilares de la economía nacional frente a las decisiones de la 4T. En especial en el sector energético, el cual tiene un gran desafío que se formula en la Empresa Productiva del Estado (EPE), Pemex, la cual podría perder su nota crediticia poniendo en riesgo el grado de inversión nacional.
Una realidad que se acentúa con el crecimiento de la deuda de Pemex que suma casi 25%; es decir, 110 mil 300 millones de dólares. Además, la EPE sufrió un recorte en su grado de inversión por parte de las agencias calificadoras Moody´s y Fitch, las cuales dejaron a Pemex con un grado especulativo, dejando los fondos muy cerca de ser considerados “bonos basura”.
Por eso es grave la narrativa que se tejió esta semana desde Palacio Nacional que pone en entredicho la inversión privada en un rubro que le urge modernización. Una razón clara para la construcción de energías verdes, pues ahora son competitivas tanto en precio como en generación eléctrica.
Y con esta controversia encima, la 4T ya se muestra desinteresada en la iniciativa privada, poniendo en entredicho lo pactado en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) al plantear el fortalecimiento de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Pemex. Una denuncia que se une a los reclamos de 40 congresistas y senadores de Estados Unidos contra la política energética de nuestro país.
Con esta política se ahuyenta a la inversión extranjera, pero sobretodo se contrapone a la constitución por lo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) revisa una posible controversia presentada por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
En este momento para apoyar a las y los mexicanos hacen falta apoyos económicos como recomienda el FMI para fortalecer la recuperación económica, ya que para el próximo año se espera una lenta recuperación entre el 1.3 y 5.6%, según el Banco de México (Banxico).
Tal cual lo han señalado legisladores del Senado de la República y de la Cámara de Diputados de Acción Nacional, quienes desde el inicio de la emergencia sanitaria indicaron la necesidad de aprobar el Ingreso Básico Universal (IBU). Como lo he remarcado en este espacio, este apoyo por 3 mil 207 pesos generará certeza a las y los trabajadores mexicanos en estos tiempos de alta incertidumbre económica.
Seamos sensibles ante una verdadera necesidad que a largo plazo generará más daños y una mayor desigualdad que no debemos permitir.
Entre Líneas
En hora buena el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó la iniciativa 3 de 3 contra la violencia hacia las mujeres. Con esta propuesta los candidatos a puestos de elección popular en los comicios de 2021 deberán firmar un formato de buena fe y bajo protesta de decir verdad, donde se establezca que no han sido sancionados por cometer violencia familiar o delitos sexuales y tampoco ser deudor de pensiones alimenticias.
Diversas fuerzas políticas entre la que resaltó el Partido Acción Nacional celebraron la aprobación del proyecto. Los lineamientos incluyen la distribución igualitaria de los recursos destinados a campañas y la obligación de los partidos a dar atención a mujeres víctimas de violencia en razón de género.