Culpan a Chespirito de la ignorancia y mediocridad

Aunque la intención de Roberto Gómez Bolaños “Chespirito” siempre fue hacer reír, sus haters lo culpan de la ignorancia y la mediocridad de los mexicanos

Chespirito ha brindado entretenimiento a varias generaciones Cuartoscuro

ADIÓS A UN GRANDE DE LA PANTALLA

Con la muerte de Sean Connery (1930-2020) se cierra un brillantísimo capítulo de la historia del cine de todos los tiempos. El galán actor británico que falleció a los 90 años el pasado sábado 31 de octubre, fue el prototipo del Agente 007, luego de encarnar al personaje de Ian Fleming en siete ocasiones: El satánico Dr. No (1962), Desde Rusia con amor (1963), 007 contra Goldfinger (1964), Operación trueno (1965), 007 Solo se vive dos veces (1967), Los diamantes son eternos (1971) y Nunca digas nunca jamás (1983). Con eso tendría para ganarse un sitio de honor en la historia del séptimo arte, pero Connery además realizó importantes trabajos actorales en cintas como El nombre de la rosa (1986) y Descubriendo a Forrester (2000). Muchos lo recuerdan en películas de acción como la saga de Indiana Jones, donde interpretó al padre del peculiar arqueólogo, y Los Intocables (1987), que le valió un Oscar como Mejor Actor de Reparto. A los 69 años todavía fue nombrado El Hombre más Sexy del Mundo. Como dijera el gran Mauricio Garcés: Arrooooz.
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SE TERMINÓ EL PLEITO ENTRE BOSÉ Y SU EX PAREJA

Finalmente terminó el proceso legal en que se enfrentaron Miguel Bosé y su expareja, el escultor Nacho Palou, quien pretendía que el cantante reconociera como hijos propios a los dos pequeños (Ivo y Telmo) que tuvo mediante vientre de alquiler o subrogado, para que tuvieran el mismo estatus de los hijos del también actor (Tadeo y Diego), concebidos de la misma forma, y que crecieron como hermanos, los cuatro. Después de más de 25 años de relación sentimental, la pareja se separó y Bosé se trajo a México a sus hijos. Los cuatro menores no tendrán el reconocimiento legal de hermanos, pero sí tendrán un régimen de convivencia entre sí y entre sus padres. Aparte de la cuestión personal, pesa mucho la situación económica del escultor, quien pasa por una crisis y teme no poder darles a sus hijos el nivel de vida al que estaban acostumbrados. Por suerte los dos artistas son suficientemente maduros para no arrastrar a los hijos por sus desavenencias personales y seguro harán todo lo posible para que vivan felices y sin carencias.

CULPAN A CHESPIRITO DE LA IGNORANCIA Y LA MEDIOCRIDAD

Aunque el finado Roberto Gómez Bolaños haya actuado con la mejor de las intenciones (la de hacer reír a chicos y grandes con un humorismo más o menos blanco), en redes sociales ya salieron sus haters a culpar al creador de los personajes de la vecindad de El Chavo de haber sumido en la ignorancia al menos a tres generaciones de latinoamericanos, pero especialmente a los mexicanos, por obvias razones. Cheque usted los argumentos y al final decida si está de acuerdo con la tesis de los críticos del escritor y actor:

Aprendí que está bien no pagar mis deudas ni trabajar. Tal era el caso de Don Ramón, eterno deudor de rentas y a quien no se le conocía un trabajo formal.

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Aprendí que está bien llamarle bruja a una mujer mayor. Así llamaban los supuestos niños a Doña Clotilde, ante las fallidas correcciones de los mayores, que abonaban a la confusión de la inquilina del 71.

Aprendí que es correcto faltarle al respeto a un profesor. Aunque su apellido era Jirafales, los alumnos le decían Longaniza por su estatura y le hacían ver su suerte con su ignorancia (o ingenuidad), que siempre era premiada con risas, como algo positivo.

Aprendí que está bien burlarse de una persona con obesidad: El Señor Barriga y su hijo Ñoño eran siempre objeto de bullying a causa de su sobrepeso, con chistes simplones y un tanto discriminativos.

Aprendí que está bien insultar y golpear a personas de bajos recursos: El Chavo del 8, desamparado y siempre hambriento, sufría toda clase de abusos y humillaciones de parte de Kiko, La Chilindrina y adultos como Don Ramón y Doña Florinda.

Aprendí que la violencia física es divertida: Los conflictos entre los niños y también entre los adultos solían resolverse en la vecindad con bofetadas, puntapiés, pellizcos, etcétera, porque era la forma fácil de provocar el gag. El diálogo respetuoso no genera risa y puede ser aburrido para el público que ama desconectarse de los problemas del mundo.

Aprendí que es correcto ser egoísta y prepotente: El niño berrinchudo y consentido (hijo único) que era Kiko, buscaba conseguir sus propósitos con chantajes y siempre hacía menos a los que tenían aunque fuera un poco menos que él.

Aprendí que está bien ser conformista y no aspirar a nada: Así la mayoría de los personajes de la vecindad, enfocados en la supervivencia y en capotear la adversidad. Aunque los niños iban a la escuela, jamás se presentó la educación como vía de superación.

Hasta ahí la crítica a Chespirito, quien cabe recordar que fue guionista de Viruta y Capulina, que también tenían un humor muy simplista, con recursos como el pastelazo. Personalmente yo no le podría cuernos a don Roberto, como si fuera un demonio malvado; pero sí creo que pudo aprovechar su ingenio y su capacidad de influencia para dejar mensajes más positivos y menos cuestionables entre sus millones de seguidores.

Sigan honrando a sus muertos y nos encontramos aquí la próxima semana.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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