Amar nuestro propio cuerpo parece algo extraño o revolucionario. Constantemente sabemos en televisión, en redes sociales, con familia y amigos, de un montón de prejuicios sobre la imagen de una persona. ¿Cuántos influencers no dan tips para bajar de peso, estar súper fuertes o aprender a hacer dietas estrictas y poco saludables?
La pandemia por COVID-19, nos ha recordado la importancia de la salud física y mental. Sin embargo, también ha agravado algunas situaciones que pueden ponernos en riesgo, por ejemplo la ansiedad, la tristeza por no ver amigos o familia, la presión por no estar rindiendo igual o por no tener el mismo peso y la misma rutina que antes.
Sin acompañamiento ni información sobre la importancia de aceptar su cuerpo – alejado como esté de los modelos– las y los adolescentes están en un mayor riesgo de sufrir algún trastorno, como la bulimia y anorexia.
El 30 de noviembre es el Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria. Ahora con el confinamiento, es el momento perfecto de poner atención en reconocer las señales y notar si alguien de nuestro hogar podría estar pasando por esta situación.
¿Qué pasa por la cabeza por alguien que tiene anorexia? Piensan que pesan demasiado, se preocupan de forma excesiva por la forma de su cuerpo y comienzan a ingerir cantidades muy pequeñas de alimentos. Podemos identificarla porque la persona tiene uñas y cabello quebradizas, cansancio excesivo, se le baja la presión. Además, comienzan a engañar a las personas alrededor diciendo que ya comieron, pero en realidad esconden, guardan o tiran los alimentos.
En el caso de la bulimia, hay un descontrol al comer y después una culpa tremenda. Las personas comienzan a usar laxantes o a provocarse el vómito. Aunque una o un joven se esconda, podemos notar que se queja frecuentemente de reflujo, está deshidratado o tiene malestar intestinal constante.
Si notamos una o más señales hay que ponernos alertas y actuar de forma inmediata, sin agredir o juzgar a la persona. Por lo difícil que puede ser afrontar el tema, lo ideal es acercarse con un especialista, que pueda ayudar al joven o al joven a expresar lo que siente, lo que piensa.
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En el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, ofrecemos atención psicológica a niñas, niños y adolescentes. Desde enero hasta hoy hemos atendido la salud mental de 3 mil 183 chicas y chicos menores de 18 años; una parte ellos fueron apoyados para salir de algún trastorno alimenticio.
Si sabes de alguien que necesita este servicio, estamos para ayudarle 24/7 y gratis en la Línea de Seguridad y el Chat de Confianza, ambos en el 55 55335 5533; podemos atender incluso de forma anónima, si así se siente más cómoda la persona que nos necesita.
La bulimia y la anorexia ponen en riesgo la salud física y mental de los jóvenes. Hablar sobre amar su cuerpo y sobre lo que piensan opinan o necesitan, puede hacer la diferencia para muchos jóvenes.