Opinión

La gran maquinaria del INE

Foto: Cuartoscuro (Daniel Augusto/Daniel Augusto)

La confianza ha existido. Las ciudadanas y los ciudadanos han confiado en sus autoridades electorales a nivel federal y a nivel estatal en las últimas elecciones que se han realizado en el país, particularmente, las del siglo en que vivimos.

Si bien es cierto que a nuestro país a lo largo de su historia, le ha costado mucho trabajo y muchas tragedias el consolidar un instituto electoral vigoroso, lo cierto es también que el Instituto Nacional Electoral (INE) que tiene nuestro país, es uno de los más fortalecidos a nivel internacional, de los que cuentan con mayores medidas de seguridad y protección para darnos garantía de certeza en los procesos electorales.

El INE, es un Instituto que tiene un padrón electoral, que credencializa a los ciudadanos que tienen el derecho de votar (resalta que nuestra credencial de elector tiene altos estándares de seguridad visibles y no visibles) y además, invita a la ciudadanía para que sea parte del proceso electoral y para ello, los capacita previamente.

El día de la elección, en las casillas hay representantes de los partidos políticos que van señalando y verificando quiénes son los ciudadanos que tienen ese derecho, se utiliza tinta indeleble para identicar a quienes ya lo han ejercido, los ciudadanos son los propios encargados de contar los sufragios y el resultado, se hace público en la misma ubicación de la casilla.

Posteriormente, el resultado es certificado por los propios ciudadanos a través de un acta que da cuenta del recuento de los votos emitidos ante el Instituto Electoral o al OPLE (Organismo Público Local Electoral).

Cabe mencionar que hay presencia de los representantes de los partidos políticos en las Juntas Municipales Distritales, Federales y Estatales que dan validez a los conteos y si hay un resultado sumamente cerrado entre dos contendientes, hay reconteos hasta disipar cualquier duda. La verdad, es que debemos reconocer que todos estas acciones y procesos antes mencionados, brindan fortaleza al INE.

Por ello, no es conveniente por parte de los políticos ni de los partidos, generar desconfianza en nuestras autoridades electorales; lo que más conviene, es seguir fortaleciéndola para que dé plena certeza a las y los electores, de que el proceso cuidadano para elegir los diversos cargos de elección popular, se ha dado en las mejores condiciones y así, sigamos fortaleciendo nuestra democracia.

Generar incertidumbre, no le conviene a nadie, ni siquiera a un partido o algún político que haya sido derrotado en alguna elección, porque a largo plazo, eso sólo debilita a las autoridades electorales y a la democracia de un país. Reconozcamos las fortalezas del INE, si hay posibilidades de mejorar, hagámoslo, pero nunca con el afán vil de algún actor que trata de destruir nuestras instituciones electorales, con tal de no aceptar un resultado que no le favorece.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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