La falta de reconocimiento del Presidente Andrés Manuel López Obrador, ha generado tensión diplomática (por decir lo menos).
No solamente eso, ya hay otras acciones de distanciamiento de nuestro gobierno con el gobierno de Estados Unidos -disfrazados de soberbia- que están causando ya una reacción por parte de la Unión Americana en cuestiones que debieran tratarse con mucho cuidado, como la relación bilateral en materia de seguridad internacional.
Muestra de lo anterior, es el comunicado que lanzó el Departamento de Justicia de Estados Unidos el pasado viernes 11 de diciembre respecto de la reforma de seguridad nacional que la mayoría representada en el Senado de la República aprobó el miércoles 9 de diciembre y que a la letra dice:
“Estamos preocupados por la legislación que se encuentra en el congreso mexicano, la cual tendría el efecto de hacer la cooperación entre nuestros países más difícil. Esto provocaría que nuestros ciudadanos de México y Estados Unidos menos seguro.”
Me explico: La Convención de Viena, señala que los agentes internacionales que tengan tareas de cooperación en otros países gozan de inmunidad. Esto no significa que gocen de permisibilidad de cometer delitos, pero si existe alguna falta a la legislación nacional donde realizan sus labores, ello será tratado bilateralmente entre naciones y la modificación reciente a la Ley de Seguridad Nacional, elimina dicha inmunidad.
La Casa Blanca y las Agencias Internacionales de Seguridad norteamericanas ya reaccionaron al respecto a través del comunicado anteriormente expuesto en estas líneas. Por supuesto que debemos salvaguardar y velar por nuestra soberanía y proteger nuestros intereses, pero en una relación tan cercana como la que tenemos con nuestro vecino del norte, la forma y el fondo es muy importante. Nuestro gobierno está cometiendo una equivocación tras otra.