Sin duda, el asesinato del exgobernador Aristóteles Sandoval y la muerte de más de 65 mil víctimas de homicidio doloso en tan solo 22 meses de gobierno de López Obrador, demuestra la crisis de inseguridad que se vive nuestro país.
Una de las grandes problemáticas de México es que mientras la inseguridad se desborda, no hay un Estado de Derecho que garantice que quien resulte culpable de un delito de este tipo, recibirá la sanción que merece.
Lamentablemente las cifras que hoy padecemos, son un indicativo de la ausencia de estrategia que está cobrando la vida de muchos mexicanos. El caso del exfuncionario es la “punta del iceberg” de lo que padecen miles de familias de víctimas de homicidio.
Lo que es claro, es que hoy nadie está seguro; ejemplo de ello es el caso del exgobernador, pues a pesar de que contaba con un equipo de personas que protegían su integridad, fue víctima de asesinato. Es urgente que se realice la investigación y que haya sanciones para que no quede impune como muchos otros delitos.
Estos hechos también hacen evidente la necesaria colaboración que debe existir entre autoridades federales y estatales en el combate a la inseguridad. La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, publicada a principios de este mes por el INEGI, señala que la tasa de víctimas en esa entidad ha disminuido un 10.4%, sin embargo, los esfuerzos comunes deben fortalecerse aún más.
La historia de nuestro país ha sido marcada, desafortunadamente, por el asesinato de muchos políticos, tales como el de José Francisco Ruiz Massieu o Luis Donaldo Colosio, que se encuentran entre los más conocidos.
Durante esta administración se han cometido mil 865 feminicidios; la violencia contra las mujeres también es un reflejo de una fallida o inexistente estrategia, un cáncer que aumenta cada día. Datos como éste, enfatizan la necesidad de que esta administración se enfoque en la seguridad como uno de los temas prioritarios.
Lo que necesitamos los mexicanos es salir a las calles sin miedo, además de saber que si se comete un delito, no quedará impune.