En pasados días y, a pesar de existir acuerdos bilaterales que guardan la seguridad de la información que comparten los países, el Ejecutivo hizo gala nuevamente de su nula capacidad técnica y dio a conocer información sensible sobre el caso del exsecretario de la Defensa, abordando el tema desde una visión política y no jurídica, como debía ser debido a su naturaleza.
Es evidente que la relación entre el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, y Andrés Manuel López Obrador, continuará como inició, y claramente inicio mal.
El mensaje que da nuestro país de “no estoy contigo”, es en realidad solo de este gobierno que emocionalmente no apoya a Biden, pues la visión del López Obrador es francamente distinta a las aspiraciones del demócrata estadounidense; mientras Biden basa su discurso en la implementación de energías limpias, López Obrador sostiene su posición de continuar invirtiendo en refinerías, así también en temas de derechos humanos o ciencia y tecnología; pareciera que este gobierno insiste en regresar al pasado cuando nuestro país vecino y el mundo van encaminandos al futuro.
Es un hecho que el titular del Ejecutivo no dará marcha atrás a su ya conocida amistad que sostiene con el todavía presidente de Estados Unidos, basta con seguir la larga lista de declaraciones, que desde su posición, López Obrador ha externado a favor de Trump. Sin embargo no podemos dejar de preocuparnos por las cuestiones que comparten ambas naciones, y que entre las problemáticas que se derivan actualmente del covid-19, son tres los temas que ocupan a las y los mexicanos y se han agravado con la pandemia: salud, seguridad y dinero en la bolsa; esas son las prioridades que enfrentamos, que no solo tienen que ver con Estados Unidos, que además con las pésimas medidas que ha tomado este gobierno, no somos vistos como un país en el que las inversiones sean seguras, así también sucede en el interior del país, con el mal manejo de la crisis sanitaria y la falta de apoyo a negocios y a quienes han perdido su empleo. Esperemos que el gobierno de la 4T tenga una visión más amplia y tome decisiones que favorezcan a los mexicanos y no solo a sus intereses como lo ha hecho hasta ahora.