En el antiguo Derecho Romano existía una abstracción para establecer un “estándar de calidad” para los representantes del pueblo o simplemente para reconocer la calidad de algún jefe de familia para llevar a cabo ciertas tareas dentro de la sociedad romana. Es este el concepto del buen padre de familia (bonus pater familias).
El buen padre de familia no era otra cosa más que un ciudadano responsable, ejemplar, integro y capaz de representar los intereses de la sociedad teniendo como garantía el actuar de su persona y su calidad moral para tomar las decisiones oportunas por sí mismo, por su familia y por sus allegados. Todos merecemos a una persona honorable representándonos y tomando las mejores decisiones posibles.
El “buen padre de familia” debía abstenerse de conductas inmorales o imprudentes, tener cultura jurídica, ser diligente y eficaz, previsor, valiente pero no temerario, ser culto e inteligente, cuidar de sus bienes, no ser cruel, conocer a las personas a su alrededor, entre otras muchas virtudes necesarias para ser depositario de las voluntades de los ciudadanos a quienes, en su caso, podía representar.
Félix Salgado Macedonio, candidato por el Movimiento de Regeneración Nacional para la gubernatura del Estado de Guerrero, enfrenta múltiples denuncias y procesos abiertos por violación y abuso sexual. Hecho que revive nuestra lucha histórica para que las de las mujeres dejemos de ser víctimas sistemáticamente de un sistema dominado por la violencia machista.
Esta candidatura que ha sido expresamente respaldada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. En lugar de exigir que se investigue, apela a que se trata de una “persecución política”.
No.
Duele que sigan sin investigar cada caso en donde existe no sólo una acusación, sino denuncias.
Duele la candidatura qué pasa inadvertida la más mínima ética como para renunciar a ella en tanto se resuelve el caso. Duele la decisión de un partido político que pese a las voces disidentes de las mujeres que lo integran, insisten en que es su candidato por consenso (¿cuál?).
Duele que una vez más y desde el poder se trate con total indiferencia a las tres (no una, no dos, ¡tres!) víctimas.
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La lucha feminista que tantos logros históricos acumula, tiene en definitiva un largo camino.
Félix Salgado Macedonio no es un “bonus pater familias”, independientemente de lo que se decida en tribunales, el daño está hecho. Las mexicanas no merecemos representantes con acusaciones de esta índole. Será la justicia mexicana quien determine la situación jurídica del Senador Salgado Macedonio.
Como mujer y como mexicana, no se puede ser indiferente a esta situación, y de la misma manera seguiré exigiendo: Señor Presidente, ¡Rompa el pacto!