Comunicar puede explicarse como entender, compartir, transmitir, enviar, imaginar y crear, pero aplicarla es un dilema, al menos en mi caso no he sabido cómo hacerlo, pienso que hablar es comunicar, platico con muchos, pero nadie dice nada, dialogo demasiado y ninguno me entiende.
En ocasiones me gustaría meterme en la cabeza de cada uno de los que me rodean, para saber qué piensan o qué sucede en sus mentes y corazones, pero siempre termino detrás de la TV, la computadora o mi teléfono móvil, viendo la realidad a través de noticias y comentarios impregnados de emociones. Viendo como nos empapamos, cada vez más, en este lento y frívolo proceso en el que se ha convertido la comunicación.
Vivimos en medio de signos, símbolos, íconos, estereotipos, mentiras, historias, perfeccionismos, falsedades, amarillismos y situaciones teñidas de cambio, evolución y modernismo que, nos han llevado a deformar nuestra propia existencia.
Es más importante enteraros sobre cosas frívolas, lo último en tecnología, nuevas plataformas y el inicio de nuevas series. Olvidamos la importancia de la salud física, mental y emocional, la manera en que podemos ayudar a otros que mueren por un trozo de pan, que padecen por las inclemencias del clima, la falta de empleo, la pandemia o enfermedades como el cáncer o el VIH.
Qué importa lo que suceda alrededor, si podemos perdernos 90 minutos viendo un clásico de fútbol. Qué importa el deterioro de la capa de ozono, el deshielo en los polos, los destrozos por huracanes o los cientos de personas que sufren insomnio, ansiedad, estrés, alcoholismo o drogadicción.
Parece que celebramos todo lo que fue creado para destruir al mundo y el medio ambiente. Dejamos de ver las estrellas en el cielo, pues nos interesan aquellas que son terrenales y que a veces hablan por hablar.
Esto es la comunicación de nuestra era, esa que avanza con nosotros, mientras cambia de piel y lenguaje.
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Nos convertimos en un estruendo de generaciones, para llegar al nuevo milenio, en medio de la pandemia y la esperanza, pero esta es nuestra nueva era, donde el poder de la información y la comunicación son el derecho de cada uno, cubriendo los cuatro puntos cardinales, donde no importa la región donde nos encontremos, podemos comunicarnos a través de la voz del hombre que, ya venció una vez la Torre de Babel y creó nuevas formas de comunicación.
Porque si algo es cierto, es que hoy vivimos la nueva etapa de la comunicación, donde la Tierra se une a través de la Internet y las Redes Sociales, para mostrarnos que no estamos solos, que puedo acompañarte en un tu dolor, en tu proceso o en tu necesidad de ser mejor.
Vivimos una nueva era que deja huella de la fortaleza de esta nueva humanidad.
Consultorio c7 Salud Mental
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