En nuestro grupo parlamentario hemos hecho una apuesta por la regulación de la marihuana. En un dictamen álgido por los diferentes intereses que se trastocan al menos hemos puesto los votos para un futuro contundente con tres objetivos indispensables para salir del closet verde”:
1) Descriminalización y despenalización de todo acto relacionado con la planta. 2) Regulación responsable basada en la libertad de las personas. La regulación es una oportunidad para generar un mercado interno y garantizar el ejercicio de libertades. 3) Justicia e inclusión para las víctimas del régimen de prohibición y de la guerra contra las drogas. La regulación es una oportunidad para generar justicia social.
Esos objetivos no están plenamente alcanzados y el dictamen de la Cámara de Diputados tiene algunas omisiones. Sin embargo, nuestra postura es clara: si si se van a resolver entonces hay que darnos tiempo, pero si no, no tiene sentido alguno seguir aplazando algo que se puede resolver sobre la marcha.
Lo que sí está demostrando el grupo mayoritario es muy poco interés porque esa sean demandas resueltas antes del proceso electoral. Es claro que la falta de voluntad política se hace, como en otras ocasiones, presente y que la espera a muchas personas está francamente desesperando.
Hay que estar dispuestos a mejorar cualquier dictamen, pero si las razones son sus votos y sus compromisos en época electoral es mejor no prorrogar más.