El pasado 30 de abril concluyó el último periodo ordinario de sesiones del Congreso en esta legislatura. Sin duda y pese a las difíciles condiciones sanitarias que aun enfrentamos, la Cámara de Senadores y la de Diputados realizaron un intenso trabajo que se tradujo en nuevas leyes y reformas de gran importancia, entre muchas otras destacan la nueva Ley Orgánica de la Fiscalía General de la República y la que corresponde al Poder Judicial que permitirá poner en marcha en nuestro país un renovado sistema de justicia.
Al terminar ese periodo ordinario se instaló la Comisión Permanente integrada por 37 legisladoras y legisladores, 19 de la Cámara de Diputados y 18 del Senado. Las funciones de esta Comisión del Congreso están determinadas por la Constitución y esencialmente se trata de que el órgano legislativo se mantenga en funcionamiento y atento a las necesidades que vayan surgiendo durante los recesos de las dos Cámaras.
Este periodo será especialmente interesante ya que como parte del Poder Legislativo en las semanas por venir, la Comisión Permanente dará seguimiento cercano al proceso electoral en desarrollo en el que se renovará la Cámara de Diputados para instalar la LXV Legislatura en septiembre próximo, de igual manera el órgano parlamentario habrá de estar muy atento a los acontecimientos relacionados con la elección de 15 gubernaturas y más de un millar de municipios, que sin duda será la jornada electoral más importante de nuestra historia por la cantidad de cargos que habrán de definirse el 6 de junio.
En su caso, la Comisión Permanente tendrá que estar al pendiente de los acuerdos que se construyan en las Juntas de Coordinación Política de ambas Cámaras para que, si se considera necesario, se convoque a algún periodo extraordinario para seguir desahogando la agenda legislativa que permita continuar haciendo los cambios que la nueva época de México requiere.