#BancaExplica: Principales retos financieros para las mujeres

Mujeres trabajan en la oficina.

A nivel global, los niveles de educación financiera para las mujeres, tiende a ser inferiores, comparados con los hombres. En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Educación Financiera, 92% de las mujeres no han tomado ni un curso de educación financiera en su vida; sin embargo, 80% de las mujeres son las que deciden las compras del hogar, según Deloitte.

Las diferencias son abismales y las causas son varias. Según un estudio de Monte de Piedad y el ITAM, el bajo nivel educativo, la participación en el mercado informal y las labores en el hogar son algunas de las causas. Adicionalmente, en algunos países, la educación financiera se incluye desde la educación preescolar. México, sin embargo, no lo contempla en los planes de estudio tradicionales, hasta ahora.

El problema no es que la mujer no tenga oportunidad de tomar decisiones financieras, sino que no tiene acceso al conocimiento formal en estos temas. La falta de educación financiera formal es la que resulta en un bajo uso de productos y servicios financieros formales por parte de las mujeres, lo que limita sus posibilidades de aprovechar todas sus ventajas, así como el uso sano y responsable.

En la banca, tenemos un área de oportunidad enorme. Desde la Asociación de Bancos de México buscamos incrementar el acceso a través de la oferta de productos e información útil para la mujer; sin embargo, los retos no son sólo atendidos desde la oferta de productos.

El Instituto Mexicano de la Competitividad publicó, hace poco, un estudio revelador: si hubiéramos incorporado a la mujer al mercado laboral formal, para 2030 el PIB sería 15% mayor que el que se tuvo en 2020.

La inclusión de la mujer en el mundo laboral también tiene serios retos. La brecha salarial a nivel mundial es de alrededor del 25% entre hombres y mujeres. En México, gran parte de las mujeres trabaja en el sector informal o en los más golpeados por la pandemia del COVID-19, como el turismo y el restaurantero. Comparado con los países de la OCDE, sólo Turquía e Italia tienen una participación laboral de la mujer menor que en México. A nivel América Latina, sólo Guatemala tiene menor participación.

Enfrentar esto requiere hacer un serio balance de la vida y las responsabilidades de la mujer en sociedad. Se necesita una revisión profunda de la oferta de cuidados infantiles; esquemas de trabajo flexible; repartición adecuada de labores no remuneradas; modificar los roles tradicionales y estereotipos; promover cambios desde el sistema educativo; transparencia en salarios; y un mayor conocimiento de las mujeres de sus derechos, entre otros.

La educación financiera y creación de productos específicos para proteger a la mujer en cada etapa de su vida financiera es fundamental. Lograr que las mujeres tengan finanzas sanas debe empezar con esto. El ahorro, acceso a crédito y capacidad de invertir, requiere de mayor inclusión financiera: la educación debe ir acompañada del acceso a servicios e instituciones financieras formales. También, diversificar y crear productos acordes a las necesidades de las mujeres según su edad, estado civil, la región que vive y otras particularidades.

Una vida sana, financiera y próspera comienza con la independencia económica.

Una mujer que tiene la posibilidad de generar ingresos propios va en buen camino. Fomentar el emprendimiento, la creación de metas financieras, ahorrar, priorizar gastos y las demás recomendaciones básicas son imprescindibles.

La banca es un bien social y como tal, tiene la responsabilidad de buscar lo mejor para el país. En la ABM estamos convencidos de que invertir en las mujeres, es invertir en la sociedad. Por el bienestar de sus clientes, por el bienestar del país.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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