Relación con EU, turbulenta por López Obrador

AMLO
Foto: AP (Marco Ugarte/AP)

Lo vertido en la conferencia del presidente el pasado viernes 7 de mayo sobre lo que él mismo llamó “un financiamiento de la Embajada de Estados Unidos a un grupo”-refiriéndose a Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad-, seguido por la afirmación de que sí existía dicho “financiamiento desde el 2018” a “un grupo opositor a nuestro gobierno”, se trata de un ataque más, a todo aquel que señale lo que se hace mal en su administración.

La relación bilateral con Estados Unidos atraviesa una turbulencia causada por el mismo presidente López Obrador desde que abiertamente evidenció su preferencia a favor del candidato derrotado, Donald Trump, y negarse a reconocer el triunfo del presidente Biden, cuando éste ya era evidente.

Recordemos que la única visita que ha hecho al extranjero en lo que va de su mandato ha sido a ese país y en plena campaña, misma que Trump aprovechó para promocionarse entre los latinos para buscar obtener su apoyo.

Cabe señalar que el primer ministro de Canadá no se prestó a este montaje de apoyo electoral y no acudió.

Hoy que el presidente de México reclame injerencia de Estados Unidos apoyando a opositores resulta, por decir lo menos, ridículo. Lo que el titular del Ejecutivo Federal debería atender, es cómo articular la realidad de México con la inercia internacional, por ejemplo, mientras que en el mundo se busca eliminar el uso de fuentes de energías altamente contaminantes, aquí se busca eliminar las energías limpias para incrementar el uso de petróleo y carbón, dejando de lado lo importante como son las repercusiones que tendrán estas decisiones en el futuro de los jóvenes, ya que será una generación que se verá forzada a construir frente a un difícil escenario de retroceso de dos o tres décadas en materia económica y de lo que este gobierno sí es responsable.

Pero qué se puede esperar de un presidente que, además de ser el único que toma decisiones, considera que la profesionalización no es necesaria; un presidente que prefiere la obediencia antes que la ciencia. Desafortunadamente tenemos un gobierno que toma decisiones en función a lo que es mejor para el presidente y no en función a lo que es mejor para todos los mexicanos.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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