En todo el mundo, la cultura, economía, política y sociedad de los países se han modificado y adaptado por los flujos migratorios. Millones de personas dejan sus países de origen para establecerse en otros con expectativas de mejores ingresos, entre otras cosas.
De este fenómeno es que surgen las remesas internacionales, entendidas como la cantidad de moneda nacional o extranjera, proveniente del exterior, originada por una persona física residente en el exterior, que transfiere recursos económicos a sus familiares en territorio nacional. Se trata de transferencias unilaterales, sin bienes o servicios de por medio.
Esto implica un fuerte vínculo entre las remesas y la migración, particularmente aquella que se da por motivos laborales.
En México, particularmente, desde 2014 las remesas mantienen una racha con crecimiento, y ocupa el tercer lugar en países receptores de remesas en el mundo, sólo detrás de la India y China. Por su parte, Estados Unidos se mantiene como el principal país originador de las mismas: en el país, durante 2020, el 95.5% de las remesas recibidas se originaron ahí.
El envío de remesas se realiza, principalmente, por medio de transferencias electrónicas (98.9% del total de las recibidas en 2020). Tan sólo el 0.4% se realizaron por giros postales o money orders y el 0.7%, correspondiente a efectivo y en especie, que resultan de las visitas al territorio nacional.
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A nivel estatal, la entidad federativa que más remesas recibió en el país en 2020 fue Jalisco, con 4 mil 153 millones de dólares aproximadamente, seguido de Michoacán, con 4 mil 56, Guanajuato, Estado de México y Ciudad de México.
A nivel municipal, en 2020 el municipio que más remesas recibió fue Tijuana, con 626 millones de dólares, seguido de Guadalajara, con 531 millones y después Puebla, con 527 millones.
El 47.4% de las remesas recibidas en México durante 2020 fue en localidades con más de 15 mil habitantes; el 34.8% en localidades con menos de 2 mil 500 habitantes; y el 17.7% en localidades entre 2 mil 500 y 15 mil habitantes.
Estos datos son relevantes para entender la importancia de las remesas en los hogares mexicanos. Para el país, se trata de la fuente más importante de divisas, por encima de la Inversión Extranjera Directa.
Al ser una fuente tan relevante de recursos, las remesas también tuvieron una afectación importante por motivo de la pandemia del Covid-19. En abril de 2020, el Banco Mundial estimó que, en 2020, las remesas podrían haber caído en 20% aproximadamente.
Sin embargo, pese a la crisis, las remesas a México tuvieron en 2020 un crecimiento de más de 10% con un ingreso aproximado de 40 mil millones de dólares, lo que colocará la dependencia nacional a las remesas en un 3.8% en ese año, siendo Michoacán, Guerrero, Zacatecas y Oaxaca los estados que más dependen de ellas.
Las remesas representan, entonces, una fuente fundamental de ingreso para miles de familias en el territorio nacional. Como tal, la Asociación de Bancos de México trabaja día a día en facilitar las mejores condiciones para que los receptores de remesas puedan obtener el mayor beneficio de ellas, por el bienestar de sus clientes, con visión social e incluyente, para seguir como pilar de la recuperación económica del país.