Con frecuencia vemos el optimismo en Palacio Nacional por algunos datos sobre el crecimiento de la economía con pronósticos de aproximadamente 5% para este año, incluso se presume sobre el aumento de las remesas como si esto fuera un logro de nuestra política económica.
Basta mencionar que de los casi 10 millones de empleos que se perdieron durante la pandemia, todavía se observa un déficit de más de 2 millones de personas que se quedaron sin subsistencia para cubrir sus necesidades básicas como alimentación.
Más del 70% de personas que perdieron su empleo son mujeres, debido al recorte de personal o a la necesidad de quedarse en casa al cuidado de sus hijos por el cierre de escuelas, como le sucedió a Ayde, que dejó su trabajo de medio día y ahora solo cuentan con el salario de su esposo repercutiendo su calidad de vida.
La precarización en el empleo aumentó debido a que la remuneración es menor o se redujeron el número de horas contratadas, y para muestra de ello esta Raquel, quien para conservar su empleo aceptó recibir el 50% de su salario, y ahora vende postres para subsistir.
La recuperación laboral se ha basado en el subempleo y el aumento de la informalidad, se estima que actualmente hay 5.3 millones más de personas en pobreza laboral que antes de la pandemia, es decir, lo que significa que su ingreso no alcanza para cubrir la canasta alimentaria.
De acuerdo con el CONEVAL el número de personas en situación de pobreza extrema pasó de 6.1 a 10.7 millones, por lo que podría llegar a 31.7 millones que representa el 25.6% de los mexicanos.
La falta de apoyos gubernamentales a las micro y pequeñas empresas, así como la incertidumbre y desconfianza ante los ataques cotidianos a las instituciones como el Banco de México, o por las leyes aprobadas que son detenidas por los jueces, han implicado un alto costo.
PUBLICIDAD
El trabajo infantil ha aumentado, si ahorita hay 3 millones de niños trabajando se prevé que sean 2 millones más, y todo porque somos un país que no tuvo un programa de emergencia económica, y sigue sin tenerlo.
Hoy los reclamos en el marco del TMEC, por romper los acuerdos en ciertos rubros básicos con Estados Unidos y Canadá, desincentivan las inversiones y nos aleja de ser un país competitivo.
Estos son algunos de los rubros que tiene la economía del país, rubros que no tiene nada que festejar, que aplaudir, porque la realidad los golpea diariamente en la cara y les recuerda que la situación financiera en México está estancada, nada por lo cual presumir.