Este 10 de junio estamos atravesando por un evento cósmico que cobra especial importancia porque, a decir de varios estudiosos de diferentes escuelas de interpretación astrológica, marca la terminación del anochecer y el inicio del amanecer galáctico, como le llama a esta transición la sabiduría Maya. Estos ciclos de la noche y el día de la galaxia duran 26 mil años cada uno.
Las leyes de la naturaleza son como las señales y semáforos de vialidad en nuestra vida, por lo que desde hace miles de años el ser humano ha aprendido a leer las estrellas como si fueran un GPS. El Universo opera a través de leyes inmutables y cuando vivimos en choque con estas leyes de la naturaleza, tomamos el camino del infortunio en nuestras vidas, y es sólo cuestión de tiempo para que se manifieste.
Durante un eclipse solar, se disminuye la Luz, por eso es que se cree que este genera un ambiente propicio para la negatividad y, por lo tanto, es recomendable que los días durante y alrededor del eclipse tomemos un tiempo para meditar y hacer oración, es decir, elevar nuestra frecuencia vibratoria y dejar que la Luz de nuestro interior y el brillo de nuestro ser, compensen la luz que se oculta durante el eclipse.
Estar aparentemente apartados de la naturaleza por las ocupaciones de la vida, no significa que las actividades celestes y terrestres no nos afecten; si eres sensible a los cambios en tus biorritmos, te darás cuenta que durante el período del eclipse, puedes experimentar más estrés físico, mental y emocional de lo normal, y si este no es canalizado hacia un estado más equilibrado y consciente, puedes afectar tus relaciones con amistades y seres queridos, pasando por la relación que tienes contigo mismo.
Durante y después del eclipse es el momento justo para fortalecer nuestra energía vital y el campo electromagnético que nos rodea, y que la oscuridad generada por el ocultamiento del sol no tenga manera de traspasar nuestro campo áurico. También podemos hacer un gran servicio al meditar para elevar la luz de quienes nos rodean.
De acuerdo a los astrólogos y cabalistas, los eclipses son impulsores de cambios rápidos y ventanas de oportunidad para ir hacia adentro y acelerar el crecimiento espiritual y el equilibrio emocional y, en cambio, para nada es un buen momento para iniciar nuevos proyectos, trabajos o relaciones ni para emprender riesgos que puedan resultar en algún tipo de lesión o pérdida, incluso, los místicos han aconsejado no concebir ni sembrar ningún tipo de plantas durante este tiempo.
Pero sí es un excelente período para dejar ir tu pasado y para alinearte con la fuente de tu Ser, o el Creador en ti.
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En este eclipse, además, Mercurio vendrá con la misión de traer luz y claridad en todos nuestros procesos mentales, lo que es una gran bendición. En una forma de decirlo, los eclipses son como el regalo que nos dan los cielos para acceder a nuestro mundo interior y poder iluminar nuestra oscuridad personal y aligerar o terminar con los ciclos de karma por medio del Amor incondicional de la conciencia Crística.
El eclipse solar representa un potencial cambio a nivel personal y global, ¡aprovéchalo para traer sanación para ti, para tu familia, y para el mundo!