En estos días de fiestas patrias se han estado dando resoluciones importantes por parte de dos instituciones fundamentales para el país que están ayudando a que tengamos un México más justo, más democrático y plural.
Si hay razones para festejar gracias a lo que decidió la semana pasada la Suprema Corte de Justicia en el tema del aborto y a que tendremos en todo el país Congresos con paridad de genero, gracias a las sentencias del Tribunal Electoral (TEPJF).
El pasado 7 de septiembre la Suprema Corte de Justicia resolvió por mayoría de ocho votos la inconstitucionalidad de los artículos 195 y 196 del código penal de Coahuila que sancionaba el aborto voluntario con una pena de prisión de uno a tres años, tanto para la mujer como para la persona que se lo practicara.
Con esta sentencia del Tribunal Constitucional se obliga a todos los jueces del país a no aplicar ninguna norma similar que considere como un delito la práctica del aborto.
Independientemente de lo que se considere políticamente correcto, las y los ministros al resolver la acción de inconstitucionalidad promovida desde 2017 por la entonces Procuraduría General de la República, privilegiaron la libertad reproductiva y el derecho de la mujer a decidir; cuidando que tenga a su alcance los mejores procedimientos médicos, seguros y legales.
Algo que hoy podemos festejar también son las últimas sentencias del Tribunal Electoral, que atendiendo al principio constitucional de paridad en todo, al resolver las impugnaciones de las elecciones locales, está haciendo los ajustes correspondientes a las listas de diputados de representación proporcional para generar congresos paritarios, hasta ahora en la Ciudad de México, en el Estado de México, en Nuevo León y en San Luis Potosí.
Lo que seguramente provocará que tengamos leyes que consideren más acciones para erradicar todas las conductas que afectan el desarrollo de la mujer, para que tenga una vida plena en libertad e independencia.
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En estos días que el Tribunal Electoral cumple 25 años en plena transformación y unidad, es digno reconocer los avances que sus sentencias han provocado para que tengamos una democracia mas incluyente, que reconoce nuestra pluriculturalidad y le da voz de forma igualitaria a las mujeres y de forma cada vez más equitativa a los grupos de las comunidades políticamente vulnerables, entre otros a los ciudadanos mexicanos migrantes que están residiendo en Estados Unidos.
Seguramente estas decisiones provocarán que pronto en los congresos locales también se considere la figura de diputados migrantes, al mismo tiempo de que se pueda revisar el modelo más práctico que permita aumentar la votación desde el extranjero; ya el que sea un compromiso presidencial es una buena noticia.