El atracón alimenticio o ingesta compulsiva de comida en periodos cortos ya está considerado como un trastorno y tiene en riesgo a más de un millón de adolescentes en México.
El padecimiento se caracteriza porque el joven come mucho y rápido en una emisión, experimenta ansiedad y además no para hasta que se siente desagradablemente lleno.
Así lo explicaron en conferencia de prensa, el coordinador de la Clínica de Trastornos de la Alimentación, Alejandro Caballero, y el director de la Clínica de Trastornos de la Conducta Alimentaria, Armando Barriguete.
Los expertos en psiquiatría informaron que el atracón alimenticio fue reconocido en 2013 como un desorden de la conducta alimentaria por la Asociación Psiquiátrica Americana.
Sin embargo, se ha investigado en diferentes países, incluido México, de entre 20 y 30 años.
Pacientes con atracón comen por dos o más
Abundaron que el paciente con dicho trastorno come el equivalente a porciones para dos o más personas en menos de dos horas, de dos a tres veces por semana.
Se considera una conducta anómala cuando la persona incurre en el atracón en la frecuencia mencionada, por un periodo sostenido de tres meses o más.
Quienes presentan el trastorno alimenticio también se esconden para comer de manera desenfrenada, padecen estrés, depresión, crisis de tristeza o ansiedad, así como adicción al alcohol, cigarro u otras drogas.
El doctor Barriguete mencionó que el atracón se presente más en la madrugada, porque es cuando el paciente literalmente «ataca él refrigerador o la cocina» en busca de alimentos calóricos como pastel, refresco, pan, pizza y tacos, entre otros.
Acotó que quienes incurren en el atracón no necesariamente tienen hambre, sino ansiedad y no todos padecen sobrepeso u obesidad.
Si bien el atracón es más común en adultos, la población de riesgo son los adolescentes porque están presentando mayores problemas emocionales y preocupación obsesiva por su imagen que los lleva a tener alimentación deficiente.
