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Así se produce el mole que llega hasta tu mesa

El mole es un producto muy versátil que se ha convertido en parte de nuestra identidad, pero sabes cuál es el proceso que se requiere para producirlo a gran escala. Aquí te lo decimos.

La cocina mexicana es muy rica y variada, por eso ha sido reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por sus innumerables platillos que nos distinguen en el mundo y uno de ellos es el mole, cuyo origen se remonta a la época prehispánica. La historia relata que los aztecas preparaban un platillo al que llamaban Mulli (mezcla o salsa), el cual lo ofrecían a los dioses, después con el tiempo la receta fue cambiando y en la época de la Nueva España se le fueron agregando diversas especias traídas de Europa y Asia, así como otros ingredientes como chiles, cebollas, chocolate, tortilla y jitomate.

Fue así como el mole se convirtió en un platillo indispensable en la mesa de todos los mexicanos  y actualmente podemos encontrarlo en los supermercados en diversas variedades y presentaciones muy prácticas, listas para servir.  Sin embargo, la elaboración del mole en cantidades industriales requiere de un arduo proceso que debe cumplir con diversos estándares de calidad para que conserve ese sabor y textura.

Elizabeth Torres, Gerente de Marca de Mole Doña María, afirmó a Publimetro que dicha compañía fue la primera en producir mole en todo el país.  “Nuestra historia comenzó en San Luis Potosí, en los años cincuenta, cuando la señora María Pons, quien era conocida por preparar mole de manera artesanal, decidió comercializarlo en pequeña escala junto con otros productos típicos de la región como ate, salsas y chiles curtidos. Posteriormente, en los años setenta, vendió su pequeño negocio a su sobrino Enrique Hernández Pons quien continuó con la tradición y la convirtió en la primera empresa en producir mole a nivel nacional”.

Sin embargo para elaborar dicho mole se requiere de un proceso meticuloso que consiste en adquirir productos de primera calidad, inspeccionarlo y pesarlos. Después en una sección especial, se fríen los chile secos con el cacao, ajonjolí y el cacahuate agregando posteriormente las especias con el fin de que se integren todos los sabores. De esta manera se forma una mezcla que pasa a un molino de piedra donde se obtiene la textura deseada. Cabe señalar que todos los productos que se utilizan son mexicanos, los chiles son traídos de Zacatecas, Guanajuato y Aguascalientes; el ajonjolí, las semillas de calabaza y el cacahuate de Sonora; y el Cacao de Tabasco, lo que garantiza no sólo ese sabor inigualable, sino ingredientes totalmente naturales.

Salvador Palos Gutiérrez, Gerente General de la planta de Mole Doña María, ubicada en San Luis Potosí, señaló que existe además una estricta inspección realizada por medio de Rayos X con el objetivo de detectar cualquier materia extraña. “En un laboratorio diversos especialistas certifican que el producto final cumpla con todos los estándares de calidad establecidos y así llegué a la mesa y pueda degustarse con toda la familia”.

Dicha empresa mexicana produce 360 mil frascos diarios de mole, lo que comprueba la relevancia de este platillo que se ha convertido en parte esencial del menú de todos los mexicanos y es considerado símbolo de nuestra cultura e identidad.

Otros datos sobre el mole:

El mole que conocemos nació gracias a la fusión de la cultura mexicana y española.
Los principales productores de mole son Puebla y Oaxaca.
Algunos de los moles más famosos son: el rojo, almendrado, verde y el mole poblano con chocolate.

 

 

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