Carlota, una joya convertida en restaurante

En San Ángel existe una joya arquitectónica del porfiriato que por mucho tiempo permaneció en el olvido, hasta que fue rescatada para convertirla en el restaurante Carlota, el cual abrió sus puertas en 2016. En poco tiempo, Carlota se ha ganado la preferencia de los capitalinos y es una de las mejores opciones para comer y pasar un agradable rato en el sur de la ciudad. Sin embargo, ese inmueble que ahora conquista a muchos comensales tuvo que pasar por un proceso de restauración que duro casi tres años y que estuvo a cargo del arquitecto Rodrigo Becerra, quien rescató su arquitectura original y lo transformó en el espacio acogedor que ahora es.

¿En qué consistió el trabajo de restauración?
— Es una casa porfiriana catalogada, de 1892, por lo cual debíamos respetar el patrimonio, la estructura original del proyecto y la arquitectura de la época, esa fue la premisa principal y, aunque sólo nos pedían conservar la fachada, conservamos casi el 100% de la construcción original, ya que para nosotros era importante el valor histórico y, sobre todo, las técnicas constructivas. Las condiciones en que encontramos la casa no eran las idóneas, estaba destruida, casi a punto de venirse abajo, pero encontramos muchas cosas originales, algunas las restauramos y otras se hicieron de nuevo como la cocina, los baños y la parte del bar, claro, respetando los materiales originales utilizados. Además, mantuvimos la altura y la espacialidad para hacerla muy abierta y permeable.

¿Qué fue lo más difícil de dicho proceso?
— Como todo estaba tapado, al momento de descubrirlo aparecieron materiales que ofrecían firmeza y permitían apreciar las técnicas usadas en aquella época y, a la vez, las texturas de los muros nos servían mucho para potencializar el elemento de la iluminación. Fueron de las primeras casas que utilizaron el acero como elemento estructural, todas la vigas son originales, incluso se pueden observar algunas fechadas. Puedo decir que se hizo un gran trabajo artesanal en la terraza y en las escaleras; las piedras y los ladrillos se limpiaron con cepillos de dientes; el piso original, se pulió y  conseguimos un yesero que sabía hacer el tipo de cenefas de aquella época para que todo fuera idéntico.

Ya que has visto tu trabajo hecho, ¿cuál es la impresión que deja a las personas que visitan el restaurante?
— Muchos dicen que se sienten como si estuvieran en provincia, en Oaxaca o San Miguel de Allende, porque tiene una esencia mexicana, además de que la comida y el servicio es muy bueno. Creo que  se acopló muy bien el proyecto con la arquitectura. Otra cosa importante es que entran al restaurante y se olvidan de todo, hasta del tráfico, y eso es gracias al jardín, la terraza y los diferentes ambientes que son muy agradables gracias a la amplitud, por eso pusimos lámparas hechas de barro negro fabricadas en Oaxaca, de esa forma bajamos la escala de la luz para hacerlo más acogedor. Lo mismo en la decoración e interiores, quisimos mantener esa esencia. Por otra parte, todas las obras de arte que ven los clientes son de pintores mexicanos que ponen a concesión su obra.

Perfil

Rodrigo Becerra
Arquitecto, egresado de la Universidad Iberoamericana. Su despacho RED estudio se dedica a crear proyectos arquitectónicos, tanto de viviendas como de espacios comerciales tomando en cuenta la parte sustentable. Tiene la visión de desarrollar proyectos nuevos e innovadores que en costos y tiempo satisfagan al cliente. Asimismo, el despacho cuenta con diseño gráfico e inmobiliario y trabajan en conjunto con diversos artistas y artesanos.

Carlota y su herencia culinaria

•     El Restaurante Carlota ofrece una experiencia culinaria única. Platillos con ingredientes rescatados, otros endémicos y técnicas actuales.

•     Rinden tributo a nuestra herencia culinaria interpretada con técnicas actuales dando origen a un renacimiento de la cocina mexicana.

•     Ubicación: Plaza del Carmen 4, San Ángel, Ciudad de México.

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