Ya casi concluye la dulce espera y dentro de poco tu familia será más grande. Se aproxima la llegada de un nuevo miembro que, seguro, además de ser el más pequeño será el más consentido. Estamos hablando de ese bebé que llegó para darle un giro positivo a tu vida.
Como es natural, la emoción invade a todos y una de las formas de dejar salir toda esa alegría familiar es decorando ese espacio —de forma creativa y divertida— donde tu pequeñín pasará días y noches; ese espacio que se convertirá en su nido de amor y travesuras: su habitación.
Te damos algunos consejos que debes considerar antes de empezar a embellecer el dormitorio de tu pequeño.
¿Con qué espacio cuentas?
Es lo primero que debes de tener en cuenta, pues de esto dependerá toda tu decoración. Con una cinta métrica, mide paredes, puertas y ventanas. Imagínate que compres un mueble y que cuando te lo lleven a casa no entre por la puerta pues sus dimensiones son mayores a la capacidad del espacio que tienes. Determinar este aspecto te ayudará, incluso, para contemplar qué cantidad necesitarás de cada cosa. Por ejemplo, no es lo mismo pintar una habitación de 2m² que de 5 m².
Infórmate
Evita decorar sin antes haber consultado a otras madres. La experiencia de ellas te podría ayudar en este proceso tan especial. Quizá alguna te pueda decir dónde adquirir algunos productos o qué cosas compraron y fueron totalmente innecesarias. También “san Google”, a través de publicaciones en revistas especializadas, te puede orientar al respecto.
Deja que salga tu creatividad
Todo lo que quieras pintar, si lo haces con amor y pensando en tu nuevo retoño, se verá bien. Inventa, crea, explora, deja que salga a través de la pintura lo que estás sintiendo. Si tú y tu pareja son muy efusivos que se note a través de los colores, pero si son más clásicos y serenos también es válido. Una tendencia de estos tiempos son los vinilos. Te permiten decorar paredes de manera práctica y son muy útiles para aquellos que no se sienten muy artísticos ya que sólo tienes que adherirlo. Ah… no olvides esos recursos que harán más divertida la habitación de tu bebé: juguetes adecuados para su edad y que no representen ningún peligro.
Reúsa
Si observas con detenimiento todo lo que tienes en tu casa, te encontrarás con una silla de madera que no utilizas y que más bien parece una reliquia histórica; o un reloj de más en la sala. Tal vez una alfombra que te regalaron el día de tu boda y que aún no utilizas o una repisa que no representa gran cosa en tu sala. Reúsa; no todo lo tienes que comprar, como dicen por ahí “nuevecito de caja”. Es una etapa de mucha inversión, mientras más ahorres y te sepas administrar, será mejor para ti y tus bolsillos.
Seguridad
Recuerda utilizar pinturas no tóxicas y muebles sin filo. También protectores de enchufes. Guarda en un lugar que no esté a su alcance todo aquello que pueda intentar llevarse a la boca y pudiera hacerle daño. Es muy importante que prescindas de los objetos que puedan romperse y causar daños mayores como cristal o cerámica.
Tampoco satures
Sí, sabemos que están muy emocionados durante la etapa y que todos en la casa quieren que el bebé tenga todo, pero tampoco se excedan. Algunos artículos retienen polvo y eso podría detonar en alergias. Vete a lo esencial y procura, por encima de todo lo anterior, que tu hijo crezca en un ambiente limpio y armónico.
Elementos básicos
• Cuna
• Mosquitero
• Cortina
• Canasta para ropa sucia
• Gabetero o clóset pequeño
• Lámpara
• Alfombra de cuadros de foamy