Cuando el amor por el café se comparte

Usualmente hay dos extremos cuando hablamos de beber café. Por un lado, está la gente de hábitos comunes y desenfadados que se bebe un instantáneo rápido en la mañana, de esos que saben extraño, que misteriosamente tienen espuma y que cumplen con dar un poco de cafeína en ese momento de modorra mañanera.

En el otro extremo están quienes exageran al nivel de convertir el hecho de beber café en algo totalmente inaccesible para nosotros los mortales. Que compran los granos más caros de África, que tienen la cafetera más elegante y sofisticada y que te miran con desprecio si pides un lechero.

Justamente en medio de esos dos nocivos extremos, es el lugar donde cómodamente se sitúa el concepto de Cielito Querido, es decir, excelente café cosechado en suelo mexicano, preparado de manera correcta sin exagerar, para darnos una taza aromática, deliciosa y honesta. Quizás justamente sea esto lo que ha convertido a esta cadena de cafeterías en un gran competidor de otras marcas nacionales y extranjeras.

Dentro de una cata de café, realizada en su sucursal de Presidente Masaryk, Polanco, dos excelentes y accesibles baristas de Cielito Querido (Uziel Rodríguez y Cristian García), demostraron como una misma mezcla de café, puede ser percibida de diferentes maneras de acuerdo al método de extracción que se utilice. Este es un gran ejercicio para el olfato y el gusto, ya que de un mismo tipo de café logras ir identificando diferentes notas, sabores y experiencias a medida que vas probando.

Para eso utilizaron primero un tradicional filtro de papel en forma de cono (también llamado V60 o dripper), que por gravedad deja pasar el agua hacia un recipiente de vidrio. Luego probamos el conocido como chemex, un frasco de vidrio en forma de reloj de arena que también emplea filtros de papel.

En tercer lugar nos dejamos sorprender por el vistoso sifón japonés, que consta de dos recipientes de cristal. El inferior, que contiene el agua, es calentado con un mechero, lo que provoca que el agua suba al segundo recipiente, donde está el café. Luego de retirar la fuente de calor, el agua regresa al primer recipiente por la gravedad, ya convertida en café.

El cuarto método de extracción que experimentamos fue el de la aeropress, una prensa cilíndrica de plástico que funciona como una jeringuilla al ser presionada para extraer la bebida. Y por último la clásica cafetera francesa, que logra el sabor más intenso y oscuro dentro de toda la gama experimentada.

¿El resultado? Una experiencia hecha para deleitar el gusto y el olfato, para aprender más sobre la bebida que debería ser declarada patrimonio nacional, y sobre todo, un momento para disfrutar el simple hecho de beber un buen café, como se debe, sin disfraces ni exageraciones.

Cielito Querido Café tendrá una promoción especial este 14 de febrero en todos sus sucursales entre 14 y 18 horas. Todas las bebidas estarán al dos por uno, para que las parejas de enamorados o de amigos puedan disfrutar un buen café sin pretextos.