No cabe duda del acervo histórico de Acapulco y su importancia como puerto principal mexicano en el océano Pacífico. De ahí que sea fundamental su involucramiento en la historia de México, desde sus primeras travesías marinas hacia Filipinas hasta sus emocionantes historias de corsarios.
Por eso el fuerte de San Diego, donde se exhibe la colección del museo histórico de Acapulco, es un lugar inevitable para los que quieren aprender y contemplar parte de la historia fundamental mexicana. Con piezas originales que son exhibidas en 10 salones temáticos, el fuerte de San Diego es impresionante tanto por su colección, que incluye porcelana y seda del siglo XVIII, como por su arquitectura, sin mayores modificaciones a la construcción original, y, por último, una vista estratégica y encantadora de la bahía.
Acapulco y sus nuevos museos
Desde comienzos de 2018, se inauguró junto al museo histórico, un corredor que incluye tres nuevos salones de exposición, con colecciones de alto valor histórico y artístico. El primero de ellos es el museo de las siete regiones, que consta de una colección de pintura y escultura de autores acapulqueños, como Casiano García, Flor Molina y David de León.
El museo de la máscara, que ya existía pero en otro inmueble, está ubicado a un lado en otro salón, con una colección dedicada a las máscaras no sólo de México, también del mundo. Algunas de las piezas que se pueden apreciar son tigres nahuas mixtecos de la región de la montaña, además de los tradicionales diablos, moros y cristianos.
En la tercera y última construcción, se ubicó de manera definitiva, por primera vez en sus 17 años de historia, el museo histórico naval de Acapulco, dirigido por Marcelo Adano. Este sitio cuenta con unas réplicas a escala de varias embarcaciones antiguas que permiten contar la historia de una manera muy viva e ilustrativa y con la narración de Marcelo, de seguro se llevarán una experiencia irrepetible.