El manejo defensivo es un conjunto de normas y acciones a la luz del sentido común para el manejo seguro de cualquier vehículo.
Estos 5 consejos pueden ayudarte a mejorar tu estilo de manejo defensivo:
- Conocimiento. Analiza situaciones de riesgo y las mejores formas de prevenirlas. El reglamento de tránsito es una herramienta fundamental para hacerlo.
- Atención. Se debe estar alerta en todo momento. Manejar cansado, distraído o bajo la influencia de sustancias psicotrópicas, es muy peligroso.
- Anticipación. Deber mantener la atención en el entorno, a una velocidad adecuada y a una distancia prudente. Concentrarte sólo en lo que sucede a unos pocos metros frente a ti no es suficiente. Analiza el entorno y los riesgos potenciales.
- Reacción. Las habilidades al volante no son innatas. Hay que trabajar en mejorar no sólo en la velocidad de reacción, sino en la calidad o buen juicio.
- Mantenimiento. Tu auto puede ser un aliado o un enemigo. Mantenerlo en buenas condiciones mecánicas, aumenta exponencialmente la eficiencia y respuesta al volante.
En resumen, un manejo defensivo es una norma cívica. Es el respeto a las señales de tránsito, peatones y condiciones generales de manejo guardando la distancia y siendo prudente con la velocidad a la que uno maneja.